La espada que he puesto en tu mano

Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié” Isaías 55:11

Nosotros somos los representantes de Dios en la Tierra, sus portavoces. Como sus representantes, debemos confesar Su Palabra tal como Él lo haría. Debemos confesarla audazmente, con autoridad, creyendo que tiene poder para cambiar nuestra vida y nuestras circunstancias.

El peso de nuestra victoria en cada acto de nuestra vida no depende de cuánto nos esforcemos o gimamos, sino de cuánto realmente creemos lo que Dios nos ha prometido. Continuar Leyendo »

Publicada el