Dichoso el que tiene en ti su fortaleza, que sólo piensa en recorrer tus sendas. Cuando pasa por el valle de las lágrimas lo convierte en región de manantiales; también las lluvias tempranas cubren de bendiciones el valle. Según avanzan los peregrinos, cobran más fuerzas, y en Sión se presentan ante el Dios de dioses. Salmo 84:5-7
Estamos pasando por cambios y transiciones que pueden causarnos inseguridad, temor o incertidumbre, especialmente, el enemigo esta manipulando nuestras emociones causando caos y confusión. Este es un momento para echar nuestra ansiedad sobre le Señor con la fe que el cuida de nosotros y no dar lugar a la duda, al temor y la incredulidad.
El Señor dice:
Ven ahora, pueblo Mío, y entra en tus aposentos hasta que Mi indignación pase. Porque, cuando Mis juicios vienen sobre la tierra, no están diseñados para ustedes, no son para ser recibidos por ustedes. Ustedes son Mis escogidos, Mis gloriosos, y Yo he revelado eso a su corazón en las últimas semanas. Y, ahora saben sin ninguna sombra de duda, a que Dios sirven, qué clase de Dios Yo soy, uno que los ama y tiene cuidado de ustedes, los abriga, los equipa, y los empodera de modo que puedan cumplir con su destino en el fin de los tiempos.
Así que, vengan a su aposento; vengan a su lugar secreto; vengan al lugar de unción; vengan al lugar donde Mi palabra corre como un río. Vengan rápidamente y aliméntense del maná escondido que Yo les proveo. Libremente se los He dado, recíbanlo con libertad. Vengan Ahora. Vengan a Mí mientras continúan viendo hacia arriba, dice el Señor.
Este tiempo de transición y de agitación ha causado que ustedes experimenten la sensación de estar desconectados. Eso no significa que estén en verdad desconectados, sino que este nuevo territorio espiritual les es poco familiar. No están aún cómodos, pero pronto se sentirán como en casa y continuarán ganando y alcanzando un mayor nivel de comodidad. Tendrán más oportunidades de crecer y alcanzar revelación a través de sus experiencias, pero será mucho menos caótico, dice el Señor. Acérquense y manténgase conectados Conmigo. (Bill y Marsha Burns)
Isaías 30:15 Así ha dicho Dios el Señor, el Santo de Israel: «La salvación de ustedes depende de que mantengan la calma. Su fuerza radica en mantener la calma y en confiar en mí.»
El creyente que tiene fe incondicional en las promesas de Dios disfruta de absoluta calma. ¿Qué caracteriza esta calma? Una confianza plena y absoluta en la Palabra de Dios, y una dependencia total en su fidelidad a esa Palabra. Ciertamente, la calma es la evidencia de nuestra fe. Los tiempos difíciles están garantizados para todos los que seguimos a Jesús. Pero cuando llegan esos tiempos—cuando somos asediados por la confusión o la desesperación; y necesitamos un milagro—debemos decir con confianza, “Hazlo otra vez, Señor. Tú has obrado milagros en mi vida antes. Tú nos has librado en forma sobrenatural en cada etapa de nuestra vida. Hazlo otra vez, y glorifícate. Que tu fuerza se perfeccione en mi debilidad”
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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