El hacha está puesta en la raíz

Afirma mis pasos en tu palabra, y que ninguna iniquidad me domine. Salmo 119:133

Nuestro Señor Jesucristo murió en un madero para llevar la maldición que correspondía a nosotros; lo hizo para que pudiéramos ser bendecidos. Es una gran muestra de Su bondad, de valentía y amor indescriptible, porque en el plan del Padre, El es el Cordero que fue inmolado por nosotros.

Levítico 26:40-42 »Pero si confiesan su maldad y la maldad de sus padres, y su traición y constante rebeldía contra mí, las cuales me han obligado a enviarlos al país de sus enemigos, y si su obstinado corazón se humilla y reconoce su pecado, entonces me acordaré de mi pacto con Jacob, Isaac y Abraham, y también me acordaré de la tierra. Continuar Leyendo »

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