En cuanto a ustedes, la unción que de él recibieron permanece en ustedes, y no necesitan que nadie les enseñe. Esa unción es auténtica —no es falsa— y les enseña todas las cosas. Permanezcan en él, tal y como él les enseñó. 1 Juan 2:27
Si usted está en Cristo, hay una unción para cada cosa a la que usted ha sido llamado, no importa qué tan pequeña o qué tan grande sea la tarea. La misma unción que le permitió nacer de nuevo sanará su cuerpo, lo ayudará a tener éxito en su familia, su matrimonio, sus negocios, y le dará el poder para prosperar en espíritu, alma y cuerpo, y en cualquier aspecto de su vida.
El Señor dice:
Escucha Mi voz el día de hoy y sabrás que Yo te he instruido. Yo te he llamado para un tiempo como este, de modo que puedas cumplir Mi perfecta voluntad mientras Yo te dirijo y te guío en su debido momento en esta temporada. Presta atención, Pueblo Mío, a las señales que vienen. Presta atención a aquellas cosas que Yo resaltaré. Presta atención a la Palabra escrita cuando se ilumine frente a ti, pues ésta te guiará a la luz que brilla en el mismo Tabernáculo.
Recibe la unción que Yo estoy trayendo. Permite que la unción descanse sobre ti como un manto. Permite que se convierta en parte de lo que tú eres. Permite que la unción se engrane contigo personalmente de modo que encaje con tu forma de pensar y tus actitudes. Entonces, todas aquellas cosas que Yo traigo a tu atención serán resueltas rápidamente bajo el poder de Mi unción. Conviértete en Mi ungido, y Yo te llevaré y te guiaré. Yo te proveeré, te sanaré, te fortaleceré. Yo haré todas las cosas que te había prometido por medio de Mi pacto. La victoria está asegurada, dice el Señor tu Dios, el Altísimo.
Tú experimentarás una intensa curva de aprendizaje, pues Yo te estoy enseñando y mostrando cosas nuevas que serán necesarias en los días venideros. Permanece flexible y dispuesto a ir donde Yo te dirija y hacer lo que se ponga frente a ti en el camino del avance. Nunca dudes ni por un momento de que Yo estaré contigo en cada paso del camino y Yo te daré sabiduría cuando la pidas, dice el Señor. (Bill y Marsha Burns)
Juan 14:23-26 Le contestó Jesús:—El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra vivienda en él. El que no me ama, no obedece mis palabras. Pero estas palabras que ustedes oyen no son mías sino del Padre, que me envió. »Todo esto lo digo ahora que estoy con ustedes. Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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