Cuando el Señor nos haga volver a Sión, nos parecerá estar soñando. Nuestra boca se llenará de risa; nuestra lengua rebosará de alabanzas. Entonces las naciones dirán: «¡El Señor ha hecho grandes cosas por éstos!» Sí, el Señor hará grandes cosas por nosotros, y eso nos llenará de alegría. Salmo 126:1-3
Sentí empoderar a muchos con esta palabra que recibí hoy del Señor: Algunos de ustedes han estado orando por milagros durante mucho tiempo, específicamente por ciertas cosas como enfermedades, relaciones, finanzas, y otras cosas. Pero, cuando el plazo se agotó y el milagro no sucedió, de la manera que esperaban, ustedes vieron el peor de los casos abrirse en el escenario y eso los dejó decepcionados y con el corazón roto.
El Señor quiere que sepan hoy, que a pesar que las cosas no salieron de la manera que esperaban, un milagro sucederá muy pronto para ustedes. Como Lázaro, cuando parecía que era muy tarde para arreglar las cosas, Dios intervino cuando ya todo estaba consumado e hizo lo imposible. Recuerden que a Dios le gusta que Sus milagros sean buenos e imposibles, en primer lugar para que las personas sepan que solo El puede hacerlo.
Juan 11:4 Cuando Jesús oyó la noticia, dijo: «La enfermedad de Lázaro no acabará en muerte. Al contrario, sucedió para la gloria de Dios, a fin de que el Hijo de Dios reciba gloria como resultado».
Juan 11:21-23 Marta le dijo a Jesús:—Señor, si tan sólo hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto; pero aun ahora, yo sé que Dios te dará todo lo que pidas. Jesús le dijo:—Tu hermano resucitará.
Así que, no importa lo mal que parezca o en lo que al final se haya convertido su situación, Jesús quiere que como Marta crean que solo El puede hacer lo imposible, a pesar de cómo se vean las cosas o que en realidad estén muertas. Ustedes han pedido que Dios sea quien reciba la gloria a través de su vida, así que esperen que las cosas se vean imposibles primero. ¡Emociónense, porque pronto su tristeza se convertirá en alegría! (Loonie Macley)
Salmo 30:11-12 Tú cambiaste mi duelo en alegre danza; me quitaste la ropa de luto y me vestiste de alegría, para que yo te cante alabanzas y no me quede callado. Oh Señor, mi Dios, ¡por siempre te daré gracias!
Juan 16:20 De cierto, de cierto les digo, que ustedes llorarán y lamentarán, mientras que el mundo se alegrará; pero aunque ustedes estén tristes, su tristeza se convertirá en gozo.
Quiero decirte algo, que considero muy importante, nunca debemos quejarnos, ni lamentarnos, ni murmurar, mucho menos llenarnos de ira y enojo mientras estamos esperando una respuesta de Dios, porque tendrá un efecto similar al de dejar entrar a nuestro cuerpo un virus infeccioso, y darle permiso para que nos destruya. Toda queja o lamento, hecha en el tiempo de espera de nuestra petición, anula la fe y la confianza en Dios. Y así nunca podremos recibir el milagro que el Señor desea enviarnos. Si has incurrido en esta falta, sencillamente arrepiéntete, y pídele a Dios que perdone tu pecado.
Habacuc 2:17-18 Aunque la higuera no dé renuevos, ni haya frutos en las vides; aunque falle la cosecha del olivo, y los campos no produzcan alimentos; aunque en el aprisco no haya ovejas, ni ganado alguno en los establos; aun así, yo me regocijaré en el Señor, ¡me alegraré en Dios, mi libertador!
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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