Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. Apocalipsis 3:8
Probablemente estés terminando ciclos importantes en tu vida en donde has tenido una dinámica para hacer las cosas, has estado con personas que han sido importantes en este ciclo, pero sabes muy profundamente que al nivel al que ahora vas ya no vas con la misma dinámica, ni con la misma gente. Ciertamente, Yo estoy apartándolos de ti, para lo que viene ahora, Yo te voy a rodear de aquellos que si ven lo que tu estas viendo, lo que estas oyendo, lo que estas sintiendo, los que están en un mismo sentir contigo. No te resistas a la transición, mi Espíritu estará contigo para traer consolación a tu corazón, pero sigue, avanza, porque este es tiempo de aceleración, de cumplimientos, de mucha concentración, no te distraigas en lo que estas dejando ir, concéntrate en lo que esta viniendo.
Entra y cierra la puerta, porque Soy Yo el que ha estado buscándote. No mires hacia atrás, no te entristezcas. Entrégate a Mi y recibirás todas las cosas que tu corazón ha estado anhelando. Es aquí, Conmigo, a donde perteneces. Has sido torturado(a) y atormentado(a) pero nunca mas volverás a tener hambre y sed. No pienses que su vida está perdida, porque Yo estaba preparándote Mi precioso(a) hijo (a). Este proceso no era para siempre, fue solo por un momento. No mires tu vida y lo difícil que ha sido, no mires tu vida y lo que has perdido. Fuiste podado(a) y pasaste por el fuego, para ser renovado(a), eres Mío(a) y Yo te amo. Ahora da un paso al frente, entra y cierra la puerta porque ya encontraste lo que habías estado buscando.
Hay un umbral ante ti, y Yo te invito a que dar el paso sin dudarlo. Ven con valentía ante el trono, porque la entrada te ha sido dada. No temas, Mi pequeño(a), pero entra en Mi gloria para los tiempos de refrigerio. Pasa a través de la puerta. Yo Declaro que se ha abierto para ti una nueva puerta en el cielo. Se trata de una nueva temporada que Yo he preparado, llamado y publicado por Mi Espíritu. Yo te digo que la única manera de entrar es por la puerta, y debes hacerlo por la fe y la confianza en Mí. Este es el tiempo de la puerta abierta. Yo te estoy llamando para un tiempo como este, y Yo te he hablado y profetizado a través de Mis siervos de este tiempo y el aceite fresco y el vino que está siendo derramado. Estoy llenando tu copa hasta desbordar. Ven y pasa.
Olvida el pasado, la angustia de lo antiguo, porque has estado en un desierto, pero Yo te digo que el desierto tenía un propósito. Es en el desierto que Me conociste. Es en el desierto que Yo te fortalecí. En el desierto te alimenté con el pan del cielo. En el desierto Yo saqué agua viva de la roca. En tu caminar aprendiste de Mi y Me encontraste de una manera nueva. Por cuanto no dejaste de creer en la promesa ni en la visión, ahora atravesarás el Jordán. A través de las aguas vendrás y recibirás la promesa. Ahora, debes levantarse y caminar en obediencia, porque escrito está que los hijos de Israel se negaron a seguir Mi dirección debido a su incredulidad.
Yo te digo ahora, cíñete los lomos de la fe y prepárate para cruzar al otro lado. Yo estoy sonando la trompeta, y la puerta está abierta, y el umbral esta delante de ti. Este es solo un pequeño paso de fe para ser transportado(a) dentro de la novedad de vida y dentro del lugar que yo te he preparado para esta temporada. Dice el Señor. En este lugar Yo voy a darte pan, y te daré agua viva. Serás transformado(a), serás renovado (a), serás sanado(a). Caminarás dentro de tu destino, porque Yo lo he ordenado y hablado sucesivamente. Ahora estoy revelándote lo que puedes creer y recibir, lo que Yo te estoy dando en este tiempo. Dice el Señor.
Apocalipsis 21: 5-7 Entonces, el que estaba sentado en el trono dijo: «Yo estoy haciendo todo nuevo». También dijo: «Escribe esto porque estas palabras son verdaderas y confiables». Después me dijo: «¡Ya está hecho! Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. A todos los que tengan sed, les permitiré beber del manantial del agua que da vida. Todo eso voy a darle al que salga victorioso; yo seré su Dios y él será mi hijo.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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