ENFOQUE DE ORACION – AYUNO DE DANIEL – DIA 13

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ENFOQUE DE ORACION – AYUNO DE DANIEL – DIA 13

El Señor da fuerzas al cansado, y aumenta el vigor del que desfallece. Los jóvenes se fatigan y se cansan; los más fuertes flaquean y caen; pero los que confían en el Señor recobran las fuerzas y levantan el vuelo, como las águilas; corren, y no se cansan; caminan, y no se fatigan. Isaías 40:29-31

Hoy es un día para tomar nuevas fuerzas, no te canses si 21 días te parecen demasiado largos, quizás no puedas ayunar o estés haciendo ayunos parciales, pero no puedes dejar de orar. Sigue firme, sigue creyendo, porque aunque tu fe haya sido probada en el fuego, con toda seguridad recibirás una respuesta.

“Debes renunciar a la idea que es tiempo de descansar, no es tiempo de detenerse, no es tiempo de descansar, pues estás en un tiempo de conquista de tu tierra prometida, estás en un tiempo de guerra, por lo tanto sigue avanzando, sigue caminando. Yo estoy contigo para fortalecerte, para ayudarte a destruir a tus enemigos, pues los destruirás del todo. No cedas a las peticiones de detenerte que ellos constantemente te lanzan, diciéndote que lo mejor es detenerte y descansar. No les creas. Yo tengo para ti nuevas fuerzas, yo tengo para ti refrigerio en medio de la batalla. El fin que te espera es demasiado grande y demasiado glorioso para que te pares ahora, en medio de la batalla. Sigue, sigue adelante porque contigo estoy para fortalecerte, dice el Señor”

OREMOS:

Señor Jesús, yo no he podido cambiar esta situación por mis propios medios, ayúdame a vencer toda incredulidad. Todas las cosas son posibles para ti. Yo me humillo ante ti y declaro que tú eres mi sumo sacerdote y mantengo firme sin fluctuar mi confesión de fe. Me acerco al trono de gracia con confianza para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Yo declaro Padre Santo que todo desanimo del enemigo ahora queda sepultado en el nombre de Jesús. Me declaro libre y confieso que todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Señor, tú eres mi roca. A ti clamo. ¡No te apartes de mí! De lo contrario, seré como los que bajan al sepulcro. Escucha mi clamor, que pide tu ayuda, cuando levanto mis manos hacia tu santo templo. No me lleves junto con los malvados, ni con los que hacen el mal; con los que hablan de paz con sus amigos pero por dentro están llenos de maldad. Págales conforme a sus malas acciones; por tanta maldad que cometen, dales su merecido. Hazlos caer, Señor, y no vuelvas a levantarlos, pues no han entendido tus acciones ni han prestado atención a tus obras.

A ti, Señor, seguiré clamando, y jamás dejaré de suplicarte. ¿Qué ganas con que yo muera, con que baje yo al sepulcro? ¿Acaso el polvo podrá alabarte? ¿Acaso el polvo proclamará tu verdad? ¡Escúchame, Señor, y tenme compasión! ¡Nunca dejes, Señor, de ayudarme! Tú cambias mis lágrimas en danza; me quitas la tristeza y me rodeas de alegría, para que cante salmos a tu gloria. Señor, mi Dios: ¡no puedo quedarme callado! ¡siempre te daré gracias!

Bendito seas, Señor, pues escuchas la voz de mis ruegos. Tú, Señor, eres mi escudo y mi fuerza; en ti confía mi corazón, pues recibo tu ayuda. Por eso mi corazón se alegra y te alaba con sus cánticos. Tú, Señor, infundes fuerzas a tu pueblo; Yo hallo en ti un refugio salvador. ¡Salva a tu pueblo, bendice a tu herencia! ¡Guíanos y cuida de nosotros ahora y siempre!

Con amor y oraciones,

Magie de Cano

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Magie de Cano

Por Magie de Cano

Pastora y Conferencista Internacional en el Ministerio de la Mujer, autora del devocional profético Las Cartas de Magie y de los libros “Conquista tu Matrimonio”, “Cita con tu Destino”, "De la Verguenza a la Victoria" y "Una Madre de Rodillas".