Todo valle será rellenado, todo cerro y colina será nivelado, los caminos torcidos serán enderezados, y allanados los caminos disparejos. Lucas 3:5
Estamos en un tiempo en este preciso momento en el cual necesitamos permanecer firmes y expectantes, luchando contra los ataques de desaliento. Dios está poniendo las cosas nuevas en su lugar. Su avance ha sido consumado y esta siendo liberado desde el cielo, por lo que ahora verá como se revela sobre la tierra. El Señor dice:
Yo soy el Señor que responde, estoy respondiendo a la fe, a la esperanza, el amor y la desesperación de Mi pueblo. Los ángeles de respuestas rápidas se encuentran listos en esta temporada para agilizar la Palabra del Señor “Clama a Mi y Yo te responderé”. Yo no he vuelto Mi rostro del corazón de Mi Pueblo, sino por el contrario, Yo estoy dispuesto a cumplir Mis promesas.
Alinéense con Mi palabra y por Mi palabra. Este es el año de “Te lo dije” lo que Yo les he hablado Yo lo haré, y lo haré con rapidez. Es hora de proclamar y reclamar Mi bondad y Mis promesas. Estoy quitando la pesada carga de sus hombros y liberando la unción que destruye los yugos y las fortalezas.
Un año de acceso esta sobre ustedes. Yo estoy permitiéndoles el acceso a Mi acceso. Yo soy el Señor, el más que suficiente. Mi mano no es corta, Mis oídos no son sordos, Mi corazón no se ha alejado de ustedes. Se los digo una vez más: Pidan, busquen, llamen. Pídanme y Yo les concederé las peticiones de su corazón, les daré por herencia las naciones y las recompensas perdidas. Búsquenme y me encontrarán cuando me busquen con todo su corazón. Llamen y las puertas de lo nuevo se les abrirán
Este es el año de la abundancia. Estoy soltando gracia abundante, amor abundante y vida abundante. Todo lo que Yo soy y todo lo que tengo es de ustedes. Actúen de acuerdo a Mis promesas, activen su fe, apresuren su obediencia, respondan a Mi llamado, déjenme tomar sus cargas, mueran así mismos para obedecerme, resistan las emboscadas del enemigo con su alabanza y avancen en Mi Reino.
Jeremías 29:11-14 Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor —, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé. Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón. Me dejaré encontrar —afirma el Señor —, y los haré volver del cautiverio.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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