QUE TUS ORACIONES SUBAN COMO INCIENSO

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QUE TUS ORACIONES SUBAN COMO INCIENSO

Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. Jeremías 33:3

 Nunca subestime sus oraciones. ¡Su vida de oración es una dulce fragancia delante del Dios Todopoderoso! Sus oraciones son una parte vital de la adoración y la reverencia delante del trono de Dios. Es importante entender lo que dice la Palabra de Dios sobre lo que sucede con nuestras oraciones en el Reino del Cielo. Que esta palabra profética de Dana Jarvis nos anime a orar con más intensidad. Nuestras oraciones mueven la mano de Dios.

Hace poco noté que la atmosfera espiritual era más luminosa de lo usual. Como Visionaria, muchas veces detecto los cambios espirituales en el entorno, o una transformación de la atmósfera espiritual, que se hace más luminosa o las transiciones a diversos tonos de oscuridad. Esto me indica que se está produciendo un cambio espiritual significativo.

El Señor me reveló un vasto ejército de ángeles en un océano de luz radiante. Simplemente estaban ahí de pie, esperando y vigilando. Seguí mirando a las huestes celestiales sintiendo sus expectativas, como si quisieran atravesar algo. ¡Estaban listos para despegar!. Entonces, uno de los ángeles que estaban en el frente dijo: “TODAVIA NO ES LA HORA.” La multitud angelical quería entrar como en un torbellino de actividad divina, pero aquellas palabras se lo impidieron. Después, oí al Señor decir: “DILE A MIS FIELES QUE EL CIELO ESTA BAJANDO. ¡EL CIELO ESTA IRRUMPIENDO!”

Al Señor le impresionan todos aquellos que no se cansan de estar en su lugar de oración, donde permanecen firmes, aún durante las épocas secas y los tiempos difíciles. Dios ama el sonido de sus voces que se elevan como el incienso delante de Su trono. Cuando oramos, nuestras voces suben como una fragancia. Él oye cada oración, cada clamor, cada canción, cada súplica, y responde. Lo que sube debe bajar.

En esta visión de las huestes angelicales, noté que estaban de pie esperando oír las palabras “¡A LA CARGA!”, para poder ellos irrumpir en sus vidas con las respuestas del Cielo para ustedes. Empecé a orar al Señor para llamarlos a irrumpir y enviarlos a su destino esperado. Cuando comencé a orar, vi otros ángeles que comenzaban a ascender en las montañas. Los vi bordeando las nubes y mirando hacia abajo e incluso de pie encima de edificios. Esta es una época para mirar y esperar que Dios irrumpa. Él está enviando a Sus ángeles de avivamiento y restauración. Está mandando a esos ángeles de gran cambio y sanidad. Está enviando a sus ángeles vigías a supervisar las actividades del Pueblo de Dios y cómo responden para cumplir su destino. Como mensajeros del Señor, muchas veces se comunican con aquellos con el llamado de conocer los tiempos (hijos de Isacar) y comunican el corazón de Dios a los centinelas de la intercesión y los que han sido llamados con un propósito específico.

Clamen para que entren las huestes celestiales y toquen los corazones de los perdidos. Dios está enviando Su inmenso poder. El cielo y la tierra están a punto de tocarse. El velo entre los dos se está haciendo más tenue. Apocalipsis 5:8 nos indica que los ancianos que están siempre delante del trono de Dios tienen cada uno un arpa y una copa. El arpa es un símbolo de adoración continua y la copa dorada lleno de incienso son las oraciones de los santos. Esa es tu voz. Esa es mi voz. Nuestras voces están siempre delante del trono de Dios. Las oraciones nunca mueren, siguen viviendo. Por eso clamo y comparto esto con ustedes para asegurarles que Dios está escuchando sus oraciones y Él responderá. Cada uno de esos ángeles en esta multitud celestial que vi está asignado a cada uno de los que está leyendo esto hoy. Tienen algo con tu nombre. Tus oraciones han subido y tus respuestas bajarán.

Salmos 141:7 Suba mi oración delante de ti como el incienso, El don de mis manos como la ofrenda de la tarde.

Apocalipsis 5:8-10 Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos; y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.

Con amor y oraciones,

Magie de Cano

 

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Magie de Cano

Por Magie de Cano

Pastora y Conferencista Internacional en el Ministerio de la Mujer, autora del devocional profético Las Cartas de Magie y de los libros “Conquista tu Matrimonio”, “Cita con tu Destino”, "De la Verguenza a la Victoria" y "Una Madre de Rodillas".