PARA UN TIEMPO COMO ESTE

Tres días después, Ester se puso las vestiduras reales y entró en el patio interior de palacio, deteniéndose ante la sala en que el rey estaba sentado en su trono, el cual quedaba frente a la puerta. En cuanto el rey vio a la reina Ester en el patio, se mostró cariñoso con ella y extendió hacia ella el cetro de oro que llevaba en la mano. Ester 5:1-2

Hace dos días el Señor me despertó con estas palabras “Estás en tu Purim espiritual”. Continuar Leyendo »

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