HAMBRE Y SED DE DIOS

Muchos cristianos están desesperados por escuchar a Dios, pero no lo buscan. No están leyendo Su Palabra ni lo están adorando en Espíritu y Verdad por lo que El es. Hay una mujer en la Biblia que tenía un flujo de sangre desde hacía 12 años. Desesperadamente se abrió paso entre la multitud para tocar con fe el manto de Jesús, sabiendo que iba a ser sana.

Hay otro hombre en la Biblia llamado Zaqueo, que estaba tan desesperado por ver a Jesús que se subió a un árbol mientras Jesús pasaba por allí. Continuar Leyendo »

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