NO TE SOLTARE HASTA QUE ME BENDIGAS

Génesis 32: 26–28 Entonces el hombre le dijo: — ¡Suéltame, que ya está por amanecer! — ¡No te soltaré hasta que me bendigas! —respondió Jacob.  — ¿Cómo te llamas? —le preguntó el hombre. —Me llamo Jacob —respondió. Entonces el hombre le dijo: —Ya no te llamarás Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.

Nosotros pensamos que es el enemigo que está retrasándonos, cuando realmente es el Señor quien está probando y formando nuestro carácter. Continuar Leyendo »

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