¡Despierta, Sión, despierta! ¡Revístete de poder! Jerusalén, ciudad santa, ponte tus vestidos de gala, que los incircuncisos e impuros no volverán a entrar en ti. ¡Sacúdete el polvo, Jerusalén! ¡Levántate, vuelve al trono ¡Libérate de las cadenas de tu cuello, cautiva hija de Sión! Isaías 52:1-2
Ayer en un Facebook Live compartí un sueño personal que tuve recientemente en el que me senté frente a un piano y sentí cómo me golpeaba la decepción, los miedos y el dolor de una temporada pasada en la que dejé caer mi adoración. Continuar Leyendo »