La oración que tiene poder, no tiene que ser compleja, inteligente o elaborada. Puede ser un simple grito de ayuda, enviado desde tu corazón. Porque tu Padre sabe dónde estás. Y esa pequeña carta, entregada en el buzón del cielo, marcará una diferencia eterna en la situación por la que estás pidiendo.
Jeremías 29: 12-13 “Entonces ustedes me pedirán en oración que los ayude, y yo atenderé sus peticiones. Cuando ustedes me busquen, me hallarán, si me buscan de todo corazón. Continuar Leyendo »