Yo soy la vid y ustedes los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí ustedes nada pueden hacer. Juan 15:5
Yo escucho al Señor diciendo: Si permanecen en Mi Yo los guiaré hacia su destino. Yo se que ha habido muchos “altibajos” en su camino, y que ha sido un tanto confuso y desconcertante algunas veces. Pero sepan que Yo estoy en esto, y Yo soy el que los está conduciendo hacia un lugar específico. Continuar Leyendo »
Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón. Salmos 37:4
Días atrás tuve una visión donde muchos del pueblo de Dios estaban postrados ante el Señor. Había un profundo sentido de rendición en ese lugar. Instantáneamente supe que llegar a ese lugar de rendición profunda fue doloroso para algunos al principio. Había una entrega total.
Pero el proceso de rendición se extendía y el pueblo de Dios que estaba postrado ante Él comenzó a reír, a reír y a reír con gran gozo. Continuar Leyendo »
Porque la luz es lo que hace que todo sea visible. Por eso se dice: «Despiértate, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo.» Efesios 5:14
Por Lana Vawser
Vi un espíritu de letargo viniendo sobre muchos de los hijos de Dios. Un profundo cansancio pesado que está viniendo sobre muchos en guerra, en avance, en expansión, en la presión. Este espíritu de letargo ha venido a muchos para traer una gran fatiga, una sensación de desesperanza, una sensación inexplicable e inusual de vacío, para obstruir su visión y robar su fuerza y vigor. Continuar Leyendo »
Por lo tanto, no desechen la firme confianza que tienen en el Señor. ¡Tengan presente la gran recompensa que les traerá!. Hebreos 10:35
Algunos estamos a punto de graduarnos con matrícula de honor. Para otros su tiempo de formación y capacitación aún no termina. De una u otra manera, es tiempo de fortalecer nuestra fe, porque nuestro Dios recompensa a quienes le buscan. De hecho, sin fe es imposible agradar a Dios. Todo el que desee acercarse a Dios debe creer que él existe y que él recompensa a los que lo buscan con sinceridad. Continuar Leyendo »
Como está escrito: «Las cosas que ningún ojo vio, ni ningún oído escuchó, Ni han penetrado en el corazón del hombre, Son las que Dios ha preparado para los que lo aman.» Pero Dios nos las reveló a nosotros por medio del Espíritu, porque el Espíritu lo examina todo, aun las profundidades de Dios. Porque ¿quién de entre los hombres puede saber las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así mismo, nadie conoce las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Continuar Leyendo »
