Te ha pasado.
Vas a una tienda y encuentras ese vestido perfecto. Te lo pruebas en el vestidor y algo en el espejo te dice que sí. Te ves increíble. Te sientes segura. Sientes que es la prenda que necesitabas para verte como quieres verte.
Lo compras sin dudar.
Pero cuando llegas a casa y te lo pruebas de nuevo… algo es diferente.
Ya no se ve igual.
Ya no te ves igual.
Algo cambió.
Te miras desde distintos ángulos, pero la emoción que sentiste en la tienda ya no está. Y empiezas a dudar: ¿Será que me equivoqué? ¿Será que no me queda tan bien como creí?
Pero la verdad es que el vestido es el mismo. Lo único que cambió fue el espejo.
Cuando el reflejo no es real
Y aquí está lo impactante: esto no solo te pasa con la ropa. Te pasa con la imagen que tienes de ti misma.
Has pasado la vida mirándote en espejos distorsionados:
- El espejo del pasado, que solo refleja los errores que has cometido.
- El espejo de las palabras de otros, que te ha dicho que no eres suficiente.
- El espejo de la comparación, que te hace sentir que siempre hay alguien mejor que tú.
Y al igual que con ese vestido, no importa cuánto avances, cuánto sanes, cuánto logres… si sigues mirándote en el espejo equivocado, seguirás creyendo que algo en ti no está bien.
Y aquí está la pregunta que quiero hacerte: ¿Qué pasaría si el problema nunca ha sido quién eres, sino el espejo en el que te estás mirando?
El pasado es un espejo roto
Lo que miras a diario define lo que crees. Y lo que crees sobre ti misma define cómo vives.
Por eso, Jesús dijo: “Entonces conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.” (Juan 8:32)
La verdad no es lo que te dijeron cuando eras niña.
La verdad no es lo que tus errores dicen sobre ti.
La verdad no es lo que ves cuando te comparas con otras mujeres.
La verdad es lo que Dios dice sobre ti.
- Eres una hija amada.
- Eres perdonada y redimida.
- Eres creada con propósito.
Pero mientras sigas mirándote en los espejos rotos del pasado, nunca verás la verdad completa.
Rompe con el reflejo equivocado
Yo sé lo que es vivir atrapada en una imagen que no refleja quién realmente soy.
Durante mucho tiempo, me vi a través de los espejos equivocados. Creí que era mis fracasos, mis heridas, mis momentos de debilidad. Y mientras más trataba de avanzar, más me encontraba atrapada en el reflejo distorsionado de mi pasado.
Hasta que Dios me mostró algo que cambió todo:
No puedes caminar hacia el futuro que Dios tiene para ti si sigues viéndote a través del espejo del pasado.
No importa cuánto oro brille en un vestido si el espejo que usas está roto.
No importa cuánto Dios haya hecho en tu vida si sigues viéndote en el reflejo de lo que fuiste y no en lo que Él dice que eres hoy.
Es tiempo de cambiar de espejo
No necesitas cambiar quién eres. Solo necesitas cambiar el espejo en el que te estás mirando. Mujer Totalmente Nueva es un libro que te ayudará a soltar la culpa, a romper con la imagen distorsionada que has creído por años y a verte con los ojos de Dios.
Dios ya te ha dado una nueva identidad. Lo único que necesitas es atreverte a creerlo.
¿Estás lista para dejar de verte con los ojos del pasado y empezar a verte con los ojos de Dios?
Descubre cómo aquí: mujertotalmentenueva.com
con amor y oraciones,
Magie de Cano
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