Dios Quiere Encontrarte Exactamente Donde Estás

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Dios Quiere Encontrarte Exactamente Donde Estás - Las Cartas de Magie

¿Alguna vez has tenido visitas inesperadas en casa?

Ese momento en el que alguien toca la puerta sin previo aviso y entras en pánico porque la sala está desordenada, hay platos en el fregadero y ropa tirada en el sillón.

Tu primer impulso es no abrir la puerta. Piensas en todo lo que no alcanzaste a limpiar, en el polvo acumulado, en la pila de ropa sin doblar. Te da vergüenza que alguien vea el desorden.

Si tuvieras más tiempo, podrías poner todo en su lugar, hacer que la casa luzca impecable, lista para recibir la visita.

Pero ahora mismo, no estás lista. Así que decides fingir que no hay nadie en casa.

Dios toca la puerta, aun cuando creemos que no estamos listas

Así como evitamos abrir la puerta de nuestra casa cuando hay desorden, muchas veces hacemos lo mismo con Dios.

Pensamos: Cuando mi vida esté en orden, cuando supere este pecado, cuando deje de sentirme tan rota… entonces buscaré a Dios.

Pero Jesús no está esperando a que todo esté perfecto para entrar. Él ya sabe el desastre que hay dentro, y aun así, toca la puerta.

«He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él, y él conmigo.» (Apocalipsis 3:20)

Él no viene como un inspector en busca de fallas. Viene como un sanador, un restaurador, un amigo.

No le asustan nuestras heridas ni nuestras áreas rotas. Él quiere entrar para poner todo en orden, no para juzgar el desorden.

La mentira de que debemos arreglarnos antes de acercarnos a Dios

La mujer samaritana que Jesús encontró en el pozo estaba rota, avergonzada y escondida de los demás.

Si alguien le hubiera dicho que iba a encontrarse con el Mesías ese día, probablemente habría tratado de prepararse:

  • Habría buscado la manera de ocultar su historia.
  • Habría intentado actuar como si todo estuviera bien.
  • Habría sentido que no era digna de hablar con Él.

Pero Jesús fue a buscarla exactamente en su peor momento.

No le dijo: Regresa cuando arregles tu vida.
No le exigió que primero limpiara su pasado.

Simplemente le ofreció el agua viva que podía transformar su vida.

«Señor, dame esa agua, para que no tenga sed ni venga hasta aquí a sacarla.» (Juan 4:15)

Ella creyó en lo que Jesús decía, y su vida cambió para siempre.

Lo mismo quiere hacer Dios contigo.

Abre la puerta, tal como estás

Tal vez hoy sientes que tu vida es un desastre.

  • Hay áreas de tu corazón que quisieras esconder.
  • Hay errores del pasado que te persiguen.
  • Hay hábitos o pensamientos con los que sigues luchando.

Pero Dios no te está pidiendo que soluciones todo antes de acercarte a Él.

Él quiere entrar ahora mismo, en medio del desorden, en medio de la lucha, en medio de la incertidumbre.

Él no viene a señalarte, sino a restaurarte.

«Nunca más se dirá de ti: Abandonada, ni de tu tierra se dirá jamás: Desolada; sino que se te llamará: Mi deleite está en ella.» (Isaías 62:4)

Su amor por ti no depende del estado en el que te encuentres.

Solo te está pidiendo que abras la puerta.

Hoy es el día en que dejas de esconderte

Si este mensaje resonó contigo, quiero invitarte a hacer esta oración conmigo:

Señor, reconozco que muchas veces he querido esconderme de Ti porque siento que mi vida está fuera de control. He creído la mentira de que debo arreglarme antes de acercarme a Ti. Pero hoy decido abrir la puerta, tal como estoy. Entra en mi vida, restaura lo que está roto, pon orden donde hay caos y haz en mí lo que solo Tú puedes hacer. Te entrego mi corazón sin reservas. En el nombre de Jesús, amén.

Dios quiere entrar en tu vida para restaurarla, no para juzgarla

Si sientes que Dios te está llamando a dejar de esconderte en la vergüenza y permitirle sanar tu corazón, quiero acompañarte en este proceso.

En De la Vergüenza a la Victoria, te ayudo a romper con la idea de que debes estar perfecta para recibir el amor de Dios y a empezar a vivir con la certeza de que ya eres amada, aceptada y redimida en Cristo.

Este no es solo un libro. Es un llamado a soltar la vergüenza y permitir que Dios transforme tu vida.

Si estás lista para abrir la puerta y dejar que Él haga una obra nueva en ti, quiero caminar contigo.

delaverguenzaalavictoria.com

Dios ya está tocando la puerta. Solo tienes que abrir.





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