No Estoy Incompleta, Estoy en Camino a Mi Destino

Publicada el
No Estoy Incompleta, Estoy en Camino a Mi Destino - Las Cartas de Magie

¿Alguna vez has sentido que tu valor se mide en función de lo que aún no ha pasado en tu vida?

“¿Y para cuándo el novio?”
“¿Y no te vas a casar?”
“¿Y los hijos, no piensas tener?”
“Ya se te va a pasar el tren…”

Son preguntas que llegan envueltas en sonrisas, como si fueran inofensivas.
Pero muchas veces, por dentro, se sienten como piedras que caen sobre un corazón que ya carga suficiente.

A veces vienen de una tía en una reunión familiar.
A veces de una amiga bien intencionada.
Y otras veces… vienen de nosotras mismas.
De ese diálogo interno que se ha contagiado del ruido de afuera y ha empezado a cuestionar el valor de estar soltera.

Pero escúchame con atención:
Estar soltera no es un error que necesita corregirse.
Es una temporada que Dios puede usar con propósito.

En Cita con tu Destino hablo de cómo muchas mujeres han sido heridas no por la soltería en sí, sino por la carga emocional y social que viene con ella. Porque pareciera que si no tienes pareja, estás incompleta. Que si no te casas “a tiempo”, te estás quedando atrás. Y que si no eres madre, has fallado en algo esencial.

Pero Dios no te ve como una lista de casillas por marcar.
Él te ve como un diseño completo, amado, con llamado desde antes de nacer.

Tu valor no está en tu estado civil, sino en tu identidad como hija.

Y sí… a veces duele.
Porque los días pasan, los años también, y hay momentos en los que la espera se siente larga.
Hay lágrimas que nadie ve, preguntas que no tienen respuesta inmediata.
Pero quiero recordarte algo que escribí con todo mi corazón:

No hay espera vacía cuando Dios está escribiendo tu historia.

Y ya que estamos hablando de verdades que liberan… déjame decirte algo más:
Tú no estás buscando tu “media naranja”.
Tú eres una naranja entera.
Completa, ungida, amada, elegida.
No necesitas que nadie te “complete” porque ya has sido llena por el amor del Padre.
Y cuando llegue el hombre correcto, él no vendrá a llenar un vacío,
sino a caminar a tu lado… como otra naranja completa.

Tu tiempo no está perdido. Está siendo tejido.
Y cuando llegue ese varón —ese valiente que Dios preparó— no será porque te hiciste perfecta ni porque te apuraste a “cumplir” lo que los demás esperaban.
Será porque el cielo alineó su tiempo con tu propósito.

Así que la próxima vez que alguien te lance una de esas preguntas incómodas, respira profundo y recuerda esto:

  • No tienes que justificar tu proceso.
  • No tienes que sentirte menos por no encajar en el “protocolo” social.
  • No estás tarde. No estás sola. No estás incompleta.
    Estás siendo formada… para algo eterno.

No dejes que la presión del mundo nuble lo que Dios ya decretó sobre ti.
No se trata de apurarte a casarte.
Se trata de caminar alineada a tu cita con el destino.

Y mientras esperas, no te apagues.
Florece.
Ora.
Prepárate.
Vive.

Porque cuando llegue el amor correcto, no vendrá a rescatarte…
Vendrá a acompañarte en lo que ya estás construyendo junto al Señor.

Si este mensaje habló a tu corazón, te invito a sumergirte en Cita con tu Destino. Un libro para mujeres que no esperan por desesperación, sino por obediencia.

Descúbrelo en citacontudestino.com y empieza a mirar tu soltería como lo que es: una parte sagrada del propósito de Dios para tu vida.

con amor y oraciones,

Magie de Cano





Recibe la palabra profética en tu correo electrónico.