Querida amiga,
Imagina que cada día es como un viaje al pozo. Te levantas temprano, preparas el desayuno, arreglas a los niños, atiendes la casa, el trabajo, y un sinfín de responsabilidades. Con cada tarea, llevas un cántaro invisible, y al final del día, aunque cumpliste con todo, esa sensación de vacío sigue presente. Es como si después de tanto esfuerzo, la sed del alma aún no estuviera saciada.
Tal vez, al igual que muchas, has pensado que esa sed se llenará con un poco más de tiempo, con un nuevo logro, o con un cambio de circunstancias. Pero llega la noche y, aunque tu cuerpo se siente agotado, tu corazón sigue buscando algo más. Esta rutina, esta búsqueda constante, es lo que a menudo nos lleva a un pozo equivocado, esperando que de alguna forma nos ofrezca lo que tanto anhelamos.
Así se sentía la mujer samaritana cuando llegó al pozo a encontrarse con Jesús. Ella llevaba más que un cántaro de agua; cargaba con el peso de su historia, de sus errores, de las miradas de juicio de su comunidad. Era un pozo que conocía bien, uno al que volvía una y otra vez, con la esperanza de que algo cambiara. Pero esa vez fue diferente. Jesús la estaba esperando para ofrecerle un agua que no solo saciaría su sed física, sino la sed de su alma. Le habló de una vida nueva, de un agua viva que transforma desde lo más profundo y que la liberaría de esa rutina de dolor.
Jesús le dijo: “Cualquiera que beba de esta agua volverá a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna” (Juan 4:13-14). Ese día, ella dejó atrás su cántaro y corrió a contarle a todos sobre Aquel que le había dado un nuevo comienzo.
Así como Jesús esperó a la mujer samaritana junto al pozo, hoy está esperándote a ti, en medio de tus rutinas y cargas diarias. Él conoce tu cansancio y tus luchas, y quiere darte ese encuentro que cambia la vida, que llena cada vacío y sana cada herida.
En el día 2 de Mujer Totalmente Nueva, reflexionamos sobre ese momento crucial, cuando decides dejar atrás los viejos cántaros y aceptar el agua viva que Jesús quiere darte. Es el momento en que comienzas a ver el pozo de una forma diferente. Ya no es un lugar de rutina y desilusión, sino el lugar de un encuentro profundo con Aquel que conoce cada rincón de tu corazón.
Dios quiere darte alas para volar hacia lo nuevo, quiere que dejes atrás el peso de las viejas cargas, las heridas que aún llevas y los sueños que creías olvidados. Él quiere darte una nueva identidad, un nuevo nombre, como lo hizo con la mujer del pozo. Ahora, tu nombre es «amada», «perdonada», «renovada». Este es el tiempo de salir del capullo, de dejar que la obra que Dios ha hecho en tu vida salga a la luz, con toda la belleza y la fuerza que Él ha puesto en ti.
A lo largo de mi propio viaje, he aprendido que los momentos más significativos de transformación suelen empezar con una decisión sencilla: detenernos y escuchar lo que Dios nos está ofreciendo. Esa es la intención detrás de Mujer Totalmente Nueva, un recorrido de 30 días para redescubrir quién eres en Cristo y experimentar una renovación profunda en cada área de tu vida.
Si sientes en tu corazón que este es el momento de dar ese paso y descubrir lo que Dios ha preparado para ti, te invito a visitar mujertotalmentenueva.com. Allí podrás adquirir tu libro y descargar gratuitamente la Guía de Estudio para profundizar aún más en este tiempo especial. Además, por tiempo limitado, recibirás tu Diario de Alabanza como un regalo para acompañarte en cada oración y reflexión. ¡Recuerda, esta oferta es solo para Guatemala!
Dios ha preparado un nuevo tiempo para ti, un tiempo donde ya no caminarás hacia el pozo cargada de tristeza, sino como una mujer que sabe que ha sido transformada por el amor de Dios. ¡Es tiempo de volar! Que nada te detenga, porque este es tu momento de alzar el vuelo hacia la vida abundante que Jesús te ha prometido.
con amor y oraciones,
Magie de Cano
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