«Entonces acamparé alrededor de mi casa para vigilarla, para que nadie entre ni salga, y nunca más habrá quien oprima a Mi pueblo, porque esta vez Yo mismo los estaré vigilando.» Zacarías 9:8
La fidelidad de nuestro Dios es incomparable e indescriptible, el secreto del sustento y la bendición de nuestra familia hasta las generaciones que nunca conoceremos está en la obediencia a nuestro Dios.
Cuando hablamos de luchar por nuestra propia transformación personal o cuando luchamos por nuestras familias, al Señor de los Ejércitos es al que queremos seguir en la batalla. Continuar Leyendo »
