MUJERES DE GUERRA

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MUJERES DE GUERRA

 

Salmo 68:11 El Señor da la palabra; las mujeres que anuncian las buenas nuevas son gran multitud

Como mujeres de guerra, Dios nos está llamando a volver a nuestro recurso espiritual: La sangre de Cristo. Somos mujeres, algunas solteras y otras casadas, que necesitamos orar la sangre de Cristo sobre nuestras familias a diario. Necesitamos darnos cuenta hoy que dondequiera que se encuentren nuestros seres queridos, ningún lugar es completamente seguro, aún nuestras Iglesias pueden ser objetivos de las tinieblas. Sin embargo, es grandioso saber que la cobertura de la sangre no sólo opera sobre nuestras familias, también lo hace sobre nuestras propiedades, hogares, casas, autos, trabajos, salud, etc. ¡No existe poder del enemigo que pueda mantenerse en pie ante la cobertura y la protección de la sangre de Cristo!

Un ejemplo del poder asombroso de la sangre de Cristo ocurrió en diciembre del 2007, cuando el Espíritu Santo puso una carga en mi corazón por Judy, la hija de unos amigos. Judy se encontraba en medio de un divorcio terrible y estuve orando por ella varios meses. Pero en diciembre cambiaron mis oraciones. El Espíritu Santo me dijo que ese divorcio terminaría en tragedia si no aplicaba la sangre de Cristo sobre la vida de esta preciosa mujer y sus hijos. La carga fue pesada en mi corazón durante una semana o más, cuando le pedí al Señor que hiciera la conexión en el tiempo y el lugar correcto.

El domingo siguiente fui a la Iglesia y allí estaban Judy y sus hijos, sus padres y sus abuelos. Le expresé mi preocupación y luego del servicio nos reunimos alrededor de Judy para orar por el poder de la sangre de Cristo para establecer un escudo y un cerco alrededor de ella y sus hijos. En febrero, mientras nos encontrábamos en una conferencia donde David estaba predicando, recibimos una palabra de la familia de Judy donde su esposo enajenado había determinado en su mente que la iba a asesinar. Había comenzado a hacer planes, aún les dijo a los hombres que trabajaban con él en su negocio y luego le entregó a su padre su computadora con toda la información de sus negocios.

Compró un arma para matar a Judy y luego suicidarse. Trágicamente, cuando trató de hacerlo, chocó el auto de ella y su camioneta cayó dentro de una zanja de la cual no pudo salir. Mientras Judy llamaba al 911 para acudir a la policía y oyó que las sirenas se acercaban, el hombre se suicidó. Creo que la vida de Judy se salvó por la cobertura de protección de la sangre de Cristo que aplicamos en diciembre cuando oramos por su vida.

En julio del 2008, el Espíritu Santo me reveló que Judy tenía sueños y pesadillas sobre su esposo muerto. Una vez más oramos para que el Señor hiciera la conexión en el lugar y el tiempo correcto y fui obediente. Ese viernes por la noche fuimos invitados por sus padres a cenar a su casa y Judy estaba allí. Cuando el tiempo era correcto y el Señor proveyó la oportunidad para que habláramos en privado, le pregunté si tenía sueños y pesadillas sobre su esposo muerto. Me dijo que las pesadillas eran tan vívidas y reales que podía olerlo y tocarlo.

El Espíritu Santo me instruyó para que le dijera que aunque este hombre estaba muerto, el espíritu demoníaco que lo guió a matarse estaba tratando de atacarla a ella en su vulnerabilidad a través de sueños y pesadillas. Le aconsejé que aplicara la sangre de Cristo a su mente, sus emociones, su subconsciente y sus sueños, llevándolos hacia el Señor para que la protegiera. Todos nos unimos esa noche para orar sobre ella y decretar que era libre. Las pesadillas se detuvieron.

Isaías 53:4-5 nos dice que cuando Jesús derramó su sangre por nosotros en la cruz, tomó sobre sí mismo las enfermedades, las debilidades y las angustias, como si fueran su propia carga. Jesús estaba herido y molido por nuestro pecado, maldad y rebelión. Obtuvo paz y bienestar para nosotros cuando derramó su sangre y por sus heridas fuimos sanados.

Como mujeres de guerra, podemos pararnos en las palabras del Salmo 68:11: “El Señor ha emitido la palabra, y millares de mensajeras la proclaman…”. ¡Aprendamos a usar esta Palabra de poder!

Becky Van Koevering

NOTA DE MAGIE

Charles Spurgeon dijo una vez: “Muchas llaves pueden abrir una cerradura, pero la llave maestra es la Sangre y el Nombre de Aquel que murió, resucitó y vive para siempre en el Cielo para completar la salvación. La Sangre de Cristo es lo que abre la tesorería del Cielo. Clame por la Sangre. Clame por la Cruz. Cante sobre la preciosa Sangre de Jesús. Recite las Escrituras y refuerce la Victoria sobre el poder de las tinieblas. Clama por la Sangre una y otra vez. Únase a la declaración triunfante de Cristo: Consumado es”.

OREMOS:

Amado Jesús, sé que nos elegiste para un tiempo como este. Somos como la reina Ester, ungidas para un tiempo y una estación como esta para proclamar un decreto divino en contra de nuestro enemigo. Oro para que fortalezcas a cada amiga que lee esto con tu Espíritu de Poder. Oro para todos desarrollemos la mente de Cristo y seamos capacitados de una manera sobrenatural para echar cada suposición que satanás tramó para derrotarnos y hacernos abortar nuestro destino.

En el nombre de Jesús, ato cada espíritu maligno de oposición que trata de oprimir a tus hijas tratando de cambiar su destino y propósito en Ti. Clamo para cubrir con la Sangre de Jesús a cada amiga que lee y te agradezco por la victoria completa. Gracias a tu victoria en la cruz continuaremos sometiendo nuestras vidas y pensamientos a la obediencia de Cristo y concretaremos nuestro destino en victoria total y en acuerdo con tu Palabra. Amén.

Con amor y oraciones,

Magie de Cano

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Magie de Cano

Por Magie de Cano

Pastora y Conferencista Internacional en el Ministerio de la Mujer, autora del devocional profético Las Cartas de Magie y de los libros “Conquista tu Matrimonio”, “Cita con tu Destino”, "De la Verguenza a la Victoria" y "Una Madre de Rodillas".