Juan 15:1-5 »Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Toda rama que en mí no da fruto, la corta; pero toda rama que da fruto la poda para que dé más fruto todavía. Ustedes ya están limpios por la palabra que les he comunicado. Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí. »Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada.
Cuando leí esta palabra profética enviada por los esposos Burns en el año 2010, lejos estaba de imaginar que 2010 sería uno de los peores años de mi vida. Parecía que el viento sopló y se llevó todo lo que pudo. Lo único que no se llevó fue mi fe para creer que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien. Lloré…sí mucho, la poda dolió, pero me rendí al Jardinero Divino que vino a quitar muchas cosas para sacar lo mejor de mí. Tuve que morir a mi misma y comprender que si el grano no cae a tierra y muere no puede llevar fruto. En medio de la prueba Dios nunca me dejó. Una de esas madrugadas escuché ángeles cantar en mis oídos “la Sangre de Cristo tiene poder”.
Esta semana estuvimos en un hermoso tiempo con los Pastores y Profetas Carlos e Iris Marroquín, oraron por mi esposo y por mi y el Señor nos dijo a través de ellos: “Hace tres años Yo vine a ustedes, se que fue duro, se que dolió, pero se rindieron a Mi en obediencia por lo cual ahora yo traigo la recompensa” El enemigo ha tratado de hacernos sentir aislados y de inculcarnos un sentido de soledad y desolación, pero es un mentiroso. El Señor está anulando estos ataques en contra nuestra y nos dará un sentido de conexión. Volveremos a conocer que por naturaleza somos parte vital del Cuerpo de Cristo. Y, nuestros temores de vivir sin un propósito serán cosa del pasado.
Es increíble como Dios sincroniza los tiempos. Tres años transcurrieron. Y en unos días cumpliremos 33 años de matrimonio. El número 3 está asociado al poder de la resurrección. Jesús dijo: «Como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches» (Mateo12:40). Por otro lado, la resurrección es claramente aquella obra del Padre donde el poder humano llega a su fin. Se que para muchos como yo, este será un año de resurrección, de restauración y restitución de muchas cosas que el enemigo nos robó.
Cuando lea nuevamente esta palabra del Señor comprenderá porque ha sido necesario el proceso de poda.
Los he alineado en todos los niveles. Mi voluntad es posicionarlos apropiadamente para que Mis propósitos sean cumplidos y Mi Reino establecido. No pueden pensar en ustedes como individuos que tienen mucho que lograr con su destino. Pero, todo lo que ustedes piensan, dicen o hacen, es esencialmente importante para la condición espiritual de su esfera de influencia. Procuren con diligencia demostrar el Reino.
Han sido posicionados de nuevo, conforme han soltado muchas cosas que han tenido que dejar de lado, muchas cosas que una vez significaron todo para ustedes. Esto ha sido con el fin de establecerlos en la realidad espiritual con una nueva fuerza y vitalidad. Han entrado en un momento para ser reconectados a las raíces de su ser espiritual, sin embargo, con una revelación refrescante.
Los días por delante estarán llenos de Mi gloria en las cosas prácticas y comunes de su vida conforme mantienen el conocimiento y ven Mi presencia manifiesta de maneras inesperadas. Caminen en el Espíritu y permanezcan disponibles.
Los acontecimientos que los hicieron tambalearse y en los que buscaron estabilidad y equilibrio ahora se convertirán realmente en cosa del pasado. Conforme comiencen a darse cuenta de cuan insignificante fue todo, comparado con la eternidad y el destino. El poder de Mi sanidad y restauración se hará evidente a medida que ustedes se liberan de aquellos que les causaron dolor. El perdón es esencial para la redención.
He establecido un altar en los lugares celestiales, en el Reino de Mi Espíritu, a donde pueden traer todo lo que les concierne. Las cosas por las cuales no pueden ustedes hacer nada al respecto y las cosas sobre las cuales no tienen ningún control. Déjenmelos a Mí y liberen sus temores y ansiedad. Nada es imposible para Mí. Encuentren ese lugar de paz y descanso, confiando en Mí todas las cosas.
Ustedes sienten como si hubieran sido podados, pero esta poda ha sido solo de aquellas cosas que había que dejar a un lado en este momento. Están como un árbol que ha sido podado y vendado para que sus raíces espirituales puedan ir más profundas en Mi Palabra, en la revelación, y en su relación conmigo. El día de la liberación vendrá en su tiempo.
Hay momentos en los que se sienten totalmente desconectados y solos. Esto es porque el enemigo de sus almas les he mentido y ha tratado de aislarlos y debilitarlos. Pero, ese no es Mi diseño ni Mi plan para ustedes. Ahora es el momento para volver a conectarse espiritualmente, en primer lugar conmigo y luego con los que son míos. Tómense el tiempo y hagan el esfuerzo para volver a restablecer las conexiones con ustedes mismos y con los propósitos divinos de Mi Reino.
Permítanme hacerlos avanzar centímetro a centímetro, paso a paso, sin temor o preocupación. Estoy con ustedes y les abrirle las puertas que nadie puede cerrar y puertas que nadie puede abrir. Confíen en Mí su futuro. Yo ya les he mostrado una y otra vez que solo Yo soy su lugar de seguridad, dice el Señor.
Jeremías 17:22-24 »Esto dice el Señor Soberano: tomaré una rama de la copa de un cedro alto y la plantaré sobre la cumbre de la montaña más alta de Israel. Se convertirá en un cedro majestuoso, extenderá sus ramas y producirá semillas. Toda clase de aves anidarán en él y encontrarán refugio a la sombra de sus ramas. Todos los árboles sabrán que soy yo, el Señor, quien tala el árbol alto y hace crecer alto el árbol pequeño. Soy yo quien hace secar el árbol verde y le da vida al árbol seco. ¡Yo, el Señor, he hablado y cumpliré lo que he dicho!”».
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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