Por las noches, sobre mi lecho, busco al amor de mi vida; lo busco y no lo hallo. Me levanto, y voy por la ciudad, por sus calles y mercados, buscando al amor de mi vida. ¡Lo busco y no lo hallo! Cantares 3:1-2
Muchas han estado orando y esperando en el Señor por un esposo. El plan de Dios es perfecto, y quizás se hayan sentido frustradas durante este tiempo de espera por una promesa que no se ve, pero si de algo pueden estar seguras, es que el tiempo de espera ha servido para cumplir un propósito, para enseñar una lección y para hacer de ustedes mujeres plenas, que llegarán al altar sin necesitar que alguien las complete. Estarán completas por el toque de Su Señor y preparadas para tener un matrimonio feliz y perdurable.
Hoy mientras ayudaba a mi hija con los preparativos de su boda, recordaba la letra de la canción “A SU TIEMPO” de Pedro Miguel. Muchas veces la escuché sentada en la cama de mi hija, mientras llorábamos y orábamos juntas por la esperanza postergada. Repetíamos las frases como una declaración de fe: “Doblaba sus rodillas ante Dios todas las madrugadas y de sus ojos brotaba la pena mojando la almohada, porque en la Biblia había leído ya de que Dios contestaba, pedid y se os dará, siguió creyendo tener algún día aquellas cosas que tanto deseaba porque si en Sus promesas tu confías no te fallará”. Dios le dijo a mi hija hace algún tiempo un rotundo “NO” hasta que estés realizada y satisfecha, complacida de sentirte amada por Mí. Si no hubiera sido obediente, su esposo posiblemente se hubiera convertido en un sustituto de Dios y hubiera terminado insatisfecha.
Algunas veces Dios nos hace esperar, tan solo para purificar el resultado y para prepararnos para un milagro mayor del que nos podemos imaginar. Estoy convencida que este es el tiempo del cumplimiento para muchas, pero para otras un tiempo para alinearse con Dios. ¿Simplemente están viajando por la vida en busca de un esposo, o están siendo proactivas para prepararse en espíritu, alma y cuerpo para su amado? ¿Han permitido que los sentimientos negativos se apoderen de su mente y corazón? Los desengaños son dolorosos y pueden disparar emociones negativas como la duda, la preocupación y el temor: “A mí nunca me pasa nada bueno”. “¿Qué pasaría si mi amado nunca llega?”.“¿Se habrá olvidado Dios de mí?”.
Estos sentimientos se magnifican cuando ven a otras entrando en sus promesas, mientras ustedes siguen esperando. En su mente saben que Dios es fiel, pero en algún lugar de su subconsciente se puede agitar una ola de duda temor e incertidumbre. Esto puede hacer que resurja una raíz de amargura en su corazón que las contaminará y contaminará y alejará a todo aquel que se acerque a ustedes.
El Señor les dice:
“Despierten y levántense, porque estuvieron aletargadas en la cama del desaliento, el rechazo, el dolor y el abandono. Pero vengo para quitar las sábanas que las cubren. Desataré sobre su vida el Espíritu de consuelo que depositará sanidad en su mente y devolverá la esperanza a su corazón. Haré que anhelen vivir, declarando la gloria del Señor su Dios en la tierra donde viven. Echen fuera todo lo que las retiene, sea un sueño perdido, una visión perdida o una promesa perdida. Dejen que vengan y permitan que sean como el humo que surge desde Mi Santo Altar. Porque he visto los sacrificios, las lágrimas, el dolor y la confusión, pero les prometí en mi Palabra que haré un camino donde no lo hay”.
- EL SEÑOR REINA
- EL ES EL REY DE LOS TIEMPOS
- EL ES EL REY DE LOS CIELOS
- EL ES EL REY DE GLORIA
Génesis 24: 39-40 NTV “¿Y si no encuentro una joven que esté dispuesta a regresar conmigo?”. Y él contestó: “El Señor, en cuya presencia he vivido, enviará a su ángel contigo y hará que tu misión tenga éxito.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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