ACERCATE A EL

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ACERCATE A EL

Acerquémonos, pues, con confianza al trono de nuestro Dios amoroso, para que él tenga misericordia de nosotros y en su bondad nos ayude en la hora de necesidad. Hebreos 4:16

El pequeño post que compartió Jeniffer LeClaire en Facebook, me hizo reflexionar sobre la manera en que Dios se está moviendo, pidiendo de nosotros un corazón puro y limpio. Ella escribió: “Yo profetizo, en el nombre de Jesús, que veremos mas intervenciones divinas en los próximos días. Estamos en un momento Kairos. Este es un momento oportuno. Estamos en el precipicio de un tercer gran despertar. Solo hay una condición. Debemos seguir desde la postura del corazón. 2 Crónicas 7:14 Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”

Observar las noticias es suficiente para conmover a la persona más dura. Oímos reportes sobre guerras civiles, terrorismo, muertes, ataques contra personas inocentes. Sin embargo, necesitamos conservar la cordura porque Dios nos entregó una promesa y una clave para ver la sanidad sobre nuestras naciones.

“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra” 2 Crónicas 7:14 Dios vio la maldad de Su pueblo, pueblo que se alejó numerosas veces de Dios para ir en pos de dioses ajenos, pero siempre vemos la misericordia de Dios para ellos así como para nosotros hoy. Dios ve la desesperación de Su pueblo hoy en día, pero también ve la dureza del corazón. Él conoce nuestras necesidades y nos ha dado una solución para ser rescatados y restaurados.

Para toda bendición que Dios nos desea dar, siempre hay una condición que debemos cumplir; aquí la condición es:

  • Humillarse, someterse a la voluntad de Dios.
  • Orar, hablar con Dios para confesar nuestras faltas.
  • Buscarle, desear su soberanía y voluntad para con nosotros.
  • Convertirse, quiere decir volverse, retractarse, y principalmente al convertirnos confesamos, nos arrepentimos y nos apartamos de nuestros pecados.

¿Cuál será nuestra respuesta? ¡Somos Su pueblo! Si somos parte del Pueblo de Dios, estamos en condiciones de transformar nuestra vida, nuestro corazón, nuestra nación y hacer historia. Si cada creyente siguiera las instrucciones de 2 Crónicas 7:14, piense qué ocurriría en sus casas, en sus ciudades o en sus naciones. La distracción es una de las principales estrategias del enemigo para impedir que el pueblo de Dios siga las instrucciones de este verso. Él se agrada en arrojar negocios, caos y circunstancias adversas sobre nuestra vida para que dejemos de orar. Lo interesante es que si nos tomáramos el tiempo para humillarnos, orar y buscar el rostro del Señor para volvernos de nuestros pecados, incluso nuestras circunstancias personales se sanarían.

Este es el tiempo, estamos en el Reino para un tiempo como este. En lugar de señalar a los líderes de nuestra nación y a aquellos que están en autoridad, debemos estar conscientes que somos nosotros, el Pueblo de Dios, quienes traeremos sanidad a la tierra. Dios está oyendo y está preparado para moverse, perdonar y oír las oraciones de Su Pueblo. Nos liberó de nuestros propios pecados para que la tierra pudiera ser purificada.

Ahora más que nunca, nosotros, el Pueblo de Dios necesitamos arrodillarnos en humildad. Solo así podemos afirmar la promesa que Dios nos ha dado de oír, perdonar y sanar nuestras vidas resquebrajadas. Dios sabía que aunque el pueblo de Israel había puesto la base de su vida bajo el dominio de Dios, ellos se alejarían y fracasarían sin la cobertura inmutable de la mano de Dios. Este principio no ha cambiado. Lo que ha cambiado es que nosotros, Su pueblo, hemos dejado de ser sal y luz. Queremos que Dios cambie nuestras vidas pero nosotros mismos no estamos dispuestos a cambiar. Lo hemos desechado de nuestras vidas. Pero todavía hay esperanza para nuestros fundamentos endebles.

Miqueas 6:8 ¡Ya se te ha declarado lo que es bueno! Ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor: Practicar la justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios.

 Job 11:13-19 Si tú dispusieres tu corazón, Y extendieres a él tus manos; Si alguna iniquidad hubiere en tu mano, y la echares de ti, Y no consintieres que more en tu casa la injusticia, Entonces levantarás tu rostro limpio de mancha, Y serás fuerte, y nada temerás; Y olvidarás tu miseria, O te acordarás de ella como de aguas que pasaron. La vida te será más clara que el mediodía; Aunque oscureciere, será como la mañana. Tendrás confianza, porque hay esperanza; Mirarás alrededor, y dormirás seguro. Te acostarás, y no habrá quien te espante; Y muchos suplicarán tu favor”.

NOTA: Si nos acompañaste en el Ayuno de Daniel de 21 días y tienes algún testimonio, nos agradaría mucho saberlo y compartir contigo el gozo de saber que nos hemos humillado ante nuestro Dios y El ha sido fiel en responder. Escríbenos en este link https://lascartasdemagie.com/testimonios/

Con amor y oraciones,

 Magie de Cano

 

 

 

 

 

 

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Magie de Cano

Por Magie de Cano

Pastora y Conferencista Internacional en el Ministerio de la Mujer, autora del devocional profético Las Cartas de Magie y de los libros “Conquista tu Matrimonio”, “Cita con tu Destino”, "De la Verguenza a la Victoria" y "Una Madre de Rodillas".