Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra. Hechos 1:8
Ahora mismo, el Espíritu Santo esta extendiéndote una invitación. Quiere llenarte de Su plenitud, de Su fuego, de Su poder. Esta es tu hora de libertad. No podrás avanzar si sigues luchando en tus propias fuerzas llevando sobre ti desaliento, esclavitud, culpabilidad, fortalezas del enemigo ni dejándote asediar del pecado. Tú eres del Señor, y El te necesita. Pronto te conducirá a verdes pastos y aguas de reposo. De modo que ahora, por fe, recibe su amor, poder, perdón y libertad. Tus mejores días están aún por venir. El Espíritu Santo esto soplando sobre ti. Él es fiel para encender la llama de nuevo en tu corazón. Él te esta levantando, y El estará contigo a través de cada noche oscura.
El Señor dice:
Yo estoy derramando Mi Espíritu sobre toda carne. Los que tienen hambre y sed por Mi presencia serán satisfechos. Yo estoy derramando Mi Espíritu y capacitando a Mi Iglesia para que salga de las paredes. Los visitaré con mi Fuego Santo. Llenaré su corazón con pasión por Mi y por los perdidos mientras se consagran a Mi. Yo los marcaré con Mi gloria. Es en su rendición donde Yo puedo moldear sus vidas para Mi gloria. Vengan, Mi Pueblo. Vengan y permitan que Mi Espíritu los toque. Venga y renuévense en el Espíritu. Vengan a recibir el fuego de esta hora. Vengan y reciban el poder purificador del fuego que quita todos los escombros de la suciedad y la culpa que el enemigo ha puesto sobre ustedes. Vengan y permitan que Yo remueva todo lo que ustedes no han podido; por la fe posicionense para recibir un bautismo fresco, un bautismo que realmente necesitan. Así que, vengan, vengan y permitan que Mi Espíritu los toque. Vengan y refrésquense. Vengan y renuévense. Permitan que Yo los bautice de nuevo. (Marsha Burns)
Joel 2:28 -32 Y sucederá que después de esto, derramaré mi Espíritu sobre toda carne; y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, vuestros ancianos soñarán sueños, vuestros jóvenes verán visiones. Y aun sobre los siervos y las siervas derramaré mi Espíritu en esos días. Y haré prodigios en el cielo y en la tierra: sangre, fuego y columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día del Señor, grande y terrible. Y sucederá que todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo; porque en el monte Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho el Señor, y entre los sobrevivientes estarán los que el Señor llame.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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