El Señor está cerca de los que tienen quebrantado el corazón; él rescata a los de espíritu destrozado. Salmos 34:18 NTV
Quebrantado significa estar roto, dañado o adolorido. Que ya no está en una pieza o en funcionamiento, (de una persona) que ha perdido toda esperanza. Pareciera que no importa quienes seamos y cuanto amamos a Jesús, hay un área de quebranto en nuestra vida en la que Dios todavía está trabajando. Le pregunté a mi esposa recientemente: ¿Conoces alguien en el Cuerpo de Cristo, incluyéndonos a nosotros, que no esté quebrantado en algún aspecto de su vida? ¿Conoces alguien que sea normal? Ella dijo: “Bill, lo único normal es el funcionamiento de la secadora de ropa en la planta baja”.
YO ESTOY EN TU QUEBRANTAMIENTO
Siento un llamado urgente del corazón de Dios: “No esperes más. Yo estoy en tu quebrantamiento, cuando las cosas no salieron como las planeaste, y no respondí de la manera que pensaste que lo haría. Te quebrantaste tanto que te sentiste como un pájaro sin alas. Pero sigo aquí, y estás bajo Mis alas. ¿Me harías un favor? Extiende tus alas rotas una vez más. Dame una oportunidad más. Mira lo que puedo hacer, porque Yo estoy soplando sobre tu quebrantamiento. ¿Puedes sentir Mi aliento?”
Salmos 147:3 sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas.
“He esperado por ti, para que clamaras solo a Mí. Déjame ser tu sueño ahora, y te llevaré al sueño que Yo tengo para ti. Pruébalo. Una vez más. Extiende tus alas rotas y mira hacia donde te llevarán. Yo seré el viento que te lleve por encima de las tormentas, el dolor y la tristeza. Este es tu momento para desafiar la gravedad. Al principio puede doler de nuevo, pero no te hará daño ahora. Volverás a reír, danzarás y amaras de nuevo. Extiende tus alas rotas y haz historia”.
EL QUEBRANTAMIENTO VINO A DEFINIRNOS
“Nada se desperdicia en manos de nuestro Redentor. Todas las cosas ayudan a bien a quienes aman al Señor, incluso nuestro dolor, desilusiones y cosas que no tienen sentido. ¿Podría ser que hayamos probado el quebrantamiento para relacionarnos con un mundo quebrantado y que nuestro corazón se rompa por ello? ¿Puedes sentirlos? Corazones rotos, sueños rotos, esperanzas rotas y huesos rotos. Tal vez deberíamos tomarnos un año y llorar con los que lloran. Debe haber un océano de lágrimas en algún lugar embotellado por la mano de Dios listo para ser redimido”.
Salmos 56:8 Tú has tomado en cuenta mi vida errante; pon mis lágrimas en tu redoma; ¿acaso no están en tu libro?
“Señor, que este sea el año. Y déjanos encontrarte. Permite que encontrarte a Ti sea nuestro sueño más grande, para que podamos sanarnos y sanar a un mundo quebrantado y moribundo. Empieza por mí. Me pregunto si cuando estemos frente a Ti lamentaremos no haber llorado más en la tierra, no por nosotros mismos o por las cosas que no funcionaron, sino por todos aquellos que no lo lograron porque tendremos toda la eternidad para regocijarnos y alegrarnos. Señor, ¿esa lágrima en mis ojos es mía o Tuya?”
UN AÑO PARA ESCUCHAR LAS LAGRIMAS CAER
«Yo estoy abriendo los oídos de Mi pueblo para que escuchen las lágrimas caer este año. Escucharán cómo las lágrimas caen, golpearán el suelo con tanta fuerza que erosionarán montañas y harán ríos de desiertos. Si huyen de ellas, los perseguirán hasta que no puedan escuchar nada más”
Como cuando el profeta Elías le dijo a la viuda que tomara prestadas muchas vasijas, escuché al Padre decir: «Ve, presta muchas vasijas, porque habrá más lágrimas que botellas en la tierra; lágrimas de huérfanos que golpean contra la densa oscuridad, gritando ¿Puede alguien escucharme? Escucharán a las viudas suplicar en la noche para que su vasija de aceite no se agote. Niños encarcelados por el tráfico sexual sin más lágrimas para llorar, mirando al espacio exterior: una generación sin lágrimas despojada de sus emociones. Personas mayores en hogares de reposo llorando por las generaciones más jóvenes, para que aprendan de su larga vida a tomar el camino menos transitado. ¿No se encuentra la sabiduría entre los ancianos? ¿No trae la vida larga la inteligencia? (ver Job 12:12.) Es posible que deban visitarlos para escuchar sus corazones llorar y recibir su sabiduría”.
2 Corintios 1:3-4 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en toda tribulación nuestra, para que nosotros podamos consolar a los que están en cualquier aflicción con el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios.
Quizás cuando lloremos con los que lloran, nuestro quebrantamiento comience a sanar, y nuestras alas rotas quieran volar de nuevo hacia aquellos cuyo llanto es mayor que el nuestro. Nuestras alas rotas deben volar, no por nuestro propio bien, sino por el amor de Dios. Recientemente vi un pajarito volando muy alto en el cielo con fuertes vientos que soplaban en su contra. Le dije al Señor: ¿Cómo puede volar ese pajarito contra esos vientos feroces? El Señor dijo: “Ellos nacieron de esa manera. Fueron creados para volar en vientos de adversidad, y tú también”.
¿Te han derribado los violentos vientos de la vida? ¿Has olvidado que naciste para volar a pesar de ellos? Estaban soplando fuerte contra ti para que subieras más alto en Dios. ¿Te preguntas dónde están tus alas? Están comenzando a crecer ahora. Por fe comienza a estirarlas. Puedes hacerlo. Escucha las lágrimas de los demás caer. Te necesitan ahora. Adelante. Estira tus alas rotas y cambie tu historia. (Bill Yount )
Isaías 57:15 Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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