Voy a rodearte como un halcón

Por eso los fieles te invocan en momentos de angustia; caudalosas aguas podrán desbordarse, pero a ellos no los alcanzarán. Tú eres mi refugio; tú me protegerás del peligro y me rodearás con cánticos de liberación. Salmos 32:6-7

Mientras buscaba a Dios en oración para julio (el séptimo mes), recordé que el número siete tiene que ver con lo completo y la perfección. Dios creó el mundo en siete días (Génesis 2:1-3). El número siete también habla del descanso (Génesis 2:2-3). El número siete acompaña con frecuencia el cumplimiento de promesas o juramentos. De hecho, la palabra hebrea para jurar (shaba) proviene de la raíz hebrea para siete (sheba). La menorá del tabernáculo tenía siete ramas, que simbolizaban la iluminación divina por el Espíritu de Dios. Sin embargo, Dios me estaba llevando en una dirección diferente.

Me encontraba leyendo Génesis 15:1, donde Dios habló a Abram en una visión y le dijo: “No temas, Abram, yo soy un escudo para ti; tu recompensa será muy grande”. La promesa de “Yo soy un escudo para ti” saltaba de la página hacia mí. Escuché a Dios decir que la promesa, “una nación bajo Dios”, está bajo la amenaza de dioses extranjeros (o entidades demoníacas), y que va a haber una gran sacudida para sacudir toda agenda demoníaca. Sin embargo, el pueblo de Dios será protegido en medio de la sacudida. El Señor comenzó a abrir mis ojos a los muchos ataques ardientes que Su pueblo ha estado enfrentando, ataques mayores que apuntan a destruir la unidad de la familia, la identidad de los niños, y a paganizar la nación. Mientras Dios me mostraba la agenda detrás de estos ataques, comencé a escuchar una voz clara que decía: “¡Voy a rodearte como un halcón!”. En ese momento, la fuerte y tangible presencia del Señor me envolvió. Empecé a comprender que, en julio, Dios está destacando la protección, la liberación y la cobertura divinas.

No sabía mucho sobre halcones, y supe que Dios estaba tratando de enseñarme algo. Cuando empecé a investigar un poco, descubrí algunos hechos asombrosos sobre los halcones. Los halcones son aves rapaces que nunca se rinden. Los halcones tienen una vista excelente; pueden ver hasta ocho veces más claramente que el ojo humano más agudo. Tienen una membrana sobre los ojos que les permite ver incluso con los ojos cerrados. Los halcones son conocidos por su velocidad, sobre todo cuando persiguen a sus presas. Pueden lanzarse en picado a una velocidad de 240 km/h por el aire. Los halcones son capaces de atrapar a sus presas tanto en el aire como en tierra. Volando alto en el cielo, los halcones escudriñan constantemente el suelo. Curiosamente, los halcones y las águilas pertenecen a la misma familia.

COMO UN HALCON Y UN AGUILAR YO VENDRE POR TI

La siguiente es una palabra profética que el Señor me dio para este tiempo: “Estoy viniendo a rodearte como un halcón, cubriéndote con Mis plumas redondas y escondiéndote bajo Mis alas. Es en esta posición donde encontrarás seguridad, refugio y protección. Como un águila reina en el cielo, Yo soy el Rey sobre tu vida. Así que descansa en Mí y conoce que estoy trabajando. Mi vista es más aguda que la del halcón, y Yo Soy más veloz que el águila. Nadie puede arrebatarte de Mis manos, porque te estoy guardando como guardaría Mis propios ojos. Como un halcón que se sabe que es rápido y se zambulle en el aire para atrapar a su presa, tanto en el aire como en el suelo, me estoy zambullendo en tus circunstancias”. “Estoy en tu caso como un halcón, porque eres Mi posesión especial, Mi obra maestra. No tengas miedo del temblor. Estoy sacudiendo todo lo que no debe existir en tu vida. No caerás. Porque como el águila que sacude su nido, extiende sus alas para atrapar a sus crías y las lleva, así caerás en Mi abrazo. Te llevaré en alas de águila, y recibirás Mis inconmensurables riquezas y bondad”.

“Te enseñare a volar y te daré plumas nuevas. Volarás más alto que nunca. Porque Mis promesas son divinamente perfectas e inquebrantables. Los ataques a los que te enfrentas no te derribarán, sino que te elevarán. Habrá una cosecha de paz, una renovación espiritual y un nuevo crecimiento que llegará a tu vida”.

“Julio es el mes en el que debes esperar en Mí y confiar en Mí, porque Mis obras brillarán en tu vida. Yo, tu gran Pastor, apareceré y me mostraré. Así que este es el momento de retirarte Conmigo. Te estoy invitando a un retiro privado, y allí, en Mi presencia, te despojarás de tu viejo yo, romperás todo orgullo, y te desharás de toda falsa cobertura. Porque Yo me convertiré en tu cobertura, y te cubriré con Mi justicia y santidad. Te invito a subir más alto Conmigo. Allí te saciaré con cosas buenas no con las cosas de este mundo, porque esas te harán sentir vacío, sino con Mi bondad y gloria; con Mi presencia y favor. Tu juventud se renovará como un águila, y nunca fallarás”. (Yvon Attia)

Salmos 103 6:11 El Señor hace justicia, y juicios a favor de todos los oprimidos. A Moisés dio a conocer sus caminos, y a los hijos de Israel sus obras. Compasivo y clemente es el Señor, lento para la ira y grande en misericordia. No contenderá con nosotros para siempre, ni para siempre guardará su enojo. No nos ha tratado según nuestros pecados, ni nos ha pagado conforme a nuestras iniquidades. Porque como están de altos los cielos sobre la tierra, así es de grande su misericordia para los que le temen.

Con amor y oraciones,

Magie de Cano