No busquen mi mano, busquen mi rostro

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No busquen mi mano, busquen mi rostro

A eso de la medianoche, Booz despertó sobresaltado y, al darse la vuelta, se dio cuenta que había una mujer acostada a sus pies. Entonces le preguntó: «¿Quién eres?» Y ella respondió: «Soy Rut, tu sierva. Protege a esta sierva tuya bajo tu manto, porque tú eres mi pariente cercano.» Ruth 3:8-9

Mientras pasaba tiempo adorando al Señor, tuve un hermoso encuentro y recibí una visión. En este encuentro pude ver a Ruth caminando hacia donde yacía Booz, durmiendo entre los granos. La vi destaparle los pies y acostarse allí. Entonces se desarrolló ante mis ojos toda la historia de Booz redimiendo a Rut. Cuando terminó, pude oír estas palabras:

“Dile a Mi pueblo que estoy quebrantando su “viudez”. Solo vengan y acuéstense a Mis pies, reposando en quietud, en intimidad y en confianza. Todo lo que está en Mis manos y en Mi posesión será suyo, pero solo preocúpense por estar a Mis pies. Entonces todo lo demás les será añadido”.

A menudo veo a personas que asumen la identidad de una viuda espiritual, creyendo que solo merecen las sobras. Aunque puede haber temporadas como en la que se encontró Ruth, donde según nuestros ojos naturales, esta condición parece ser cierta. Son esos momentos donde espigamos humildemente en el campo de nuestro Dios, encontrando favor y provisión cuando Sus ojos nos ven. Pero eso es diferente a un “espíritu de viudez” que les hace creer a las personas que fueron abandonadas, para que vivan mendigando. Esto es lo que el Señor está quebrantando en las vidas de muchos. No debemos buscar la mano del Señor como si fuéramos un mendigo que busca una “limosna”. Somos deseados y favorecidos por el Señor, y podemos recostarnos a los pies de nuestro Redentor para observar lo que Él hará por nosotros.

NO BUSQUEN MI MANO, BUSQUEN MI ROSTRO

Salmo 27:8 “Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová”.

Seguí escuchando en mi espíritu: “No busquen Mi mano, busquen Mi rostro”. Buscar el rostro de Dios tiene que ver con la relación, la intimidad y la unidad. Buscar Su mano se trata de desear su fuerza, su poder y su provisión.

En la visión de Ruth y Booz, entendí que la postura de Ruth cuando se acostó tranquilamente a los pies de Booz, era similar a buscar su rostro. No perseguía a cualquier joven de la ciudad, reconocía el honor y la integridad de su verdadero pariente redentor, por lo que se humilló en un acto de confianza y respeto a sus pies. Entonces Booz la redimió para sí mismo y toda su riqueza, su honor y su amor, también fueron para ella y para su suegra. Rut había buscado su rostro tendiéndose a sus pies y al hacerlo, todo lo demás le fue añadido. Todo lo que estaba en su mano, también pasó a ser de ella. La riqueza de Booz no era el motivo del corazón de Ruth, porque ella estaba agradecida por el favor y la protección que él le había dado, mientras espigaba en sus campos. Había tomado nota de esto.

Espiga del campo del Señor y descansa a sus pies. Siento que el Señor está hablando dos cosas: Primero, si estás en una temporada de espigar en el campo (detrás de los segadores), asegúrate de hacerlo para el Señor y con un corazón agradecido. Asegúrate de trabajar en el campo donde recibes favor y protección. Segundo, el Señor está llamando a Su pueblo a buscar su rostro y no su mano. Acuéstense a Sus pies en una postura de confianza y quietud, consciente que Él es Dios. Los redimirá y no solo experimentarán la belleza de la intimidad con Él, sino que todo lo que está en Su mano les pertenecerá. Su redención no es una “limosna”, es un manto, porque eres deseado y favorecido por el Señor. (Kathi Pelton)

Ruth 3:10-11 Booz le dijo:«¡Que Dios te bendiga, hija mía, por esto que has hecho! Al final, tu bondad ha sido mayor que al principio, pues no has ido a buscar a otros más jóvenes que yo, pobres o ricos. No te preocupes, hija mía. Yo haré contigo lo que tú me digas, pues toda la gente de mi pueblo sabe que eres una mujer ejemplar.

Con amor y oraciones,

Magie de Cano

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Magie de Cano

Por Magie de Cano

Pastora y Conferencista Internacional en el Ministerio de la Mujer, autora del devocional profético Las Cartas de Magie y de los libros “Conquista tu Matrimonio”, “Cita con tu Destino”, "De la Verguenza a la Victoria" y "Una Madre de Rodillas".