¡Vengan, volvámonos al Señor! Él nos ha despedazado, pero nos sanará; nos ha herido, pero nos vendará. Después de dos días nos dará vida nuevamente; al tercer día nos levantará, y así viviremos en su presencia. Oseas 6:1-2
Muchos de ustedes todavía están recuperándose de las pruebas y desafíos de la última temporada. Han dejado ir sueños porque el tormento que han soportado recientemente ha sido abrumador. Necesitan reavivar el fuego que una vez tuvieron permitiendo que el Espíritu Santo haga una sanidad profunda y una limpieza en su interior. Una herida profunda necesita ser limpiada para evitar infecciones o recurrencias. Algunos de ustedes han estado en un ambiente hostil y la opresión los ha abrumado. Necesitan rendirle todo a Jesús. Algunos de ustedes han pasado por problemas físicos y han tenido que seguir aferrándose a la palabra de Dios, “…por sus llagas fuimos curados” (Isaías 53:5).
El Señor quiere resucitar esos sueños que murieron “no nacidos”, convertir sus cicatrices en espadas y sus heridas en armas. Él los ha llamado “GUERREROS”, y les insta a no retroceder en la batalla espiritual. Cuando eres un guerrero, tu trauma se convierte en tu testimonio y pasas de ser víctima a ser vencedor. ¡Es tiempo de liberar tu guerrero interior! Debemos ser implacables contra el enemigo.
¿ERES TU A QUIEN EL ESTA BUSCANDO?
En el libro de Nehemías, capítulo 4, los obreros que reconstruyeron el muro trabajaban con una mano en la construcción y sostenían un arma en la otra. Cada uno de ellos tenía una espada ceñida a su lado en todo momento mientras construían el muro (ver Nehemías 4:18). El libro de Efesios dice que tenemos toda la armadura de Dios, y la Espada del Espíritu (la Palabra de Dios) es parte de nuestra armadura (ver Efesios 6:17). ¡El Señor está buscando hombres y mujeres que sean tenaces en la fe y estén listos para cambiar el mundo!
Jesús está buscando a aquellos que son fuertes y muy valientes: no son simples hombres y mujeres, sino que llevan el Espíritu de Dios en su interior. Jesús está buscando guerreros y les está dando planos y estrategias de batalla. Ellos entienden que no están luchando contra carne y sangre, y reconocen que están en una batalla espiritual. Disciernen la atmósfera espiritual que los rodea en todo momento. Jesús está aumentando la unción en nuestras vidas, porque tiempos difíciles requieren una unción mayor. Grandes batallas requieren guerreros fuertes. ¡Cuando conozcas tu autoridad, los derrotarás cada vez!
DIOS ESTA ENSEÑANDOLE A SUS MANOS A HACER LA GUERRA
El Señor dice: “Yo soy el Dios que te sacó de Egipto. Y soy Yo quien te arma de fuerza y hace perfecto tu camino. Hago tus pies como los de los ciervos y te coloco en las alturas. Le enseñaré a tus manos a hacer la guerra, para que tus brazos puedan doblar un arco de bronce. Estoy trayendo restauración y sanidad a las vidas de Mi pueblo. Los estoy encendiendo, una vez más, para que se conviertan en ‘llamas de fuego’ para esta generación”.
“Las brasas que han estado humeando arderán intensamente una vez más en sus vidas, y saldrán y estarán en llamas con Mi gloria. Estoy reavivando los fuegos de aquellos en el ministerio quíntuple y liberándolos de nuevo en sus posiciones. Los levantaré y les enseñaré a guerrear cuando el enemigo venga como un río desbordado. Sus familias y ministerios serán encendidos una vez más”.
“Lo que se ha perdido será restaurado. Lo que ha sido robado será redimido. Lo que ha muerto será resucitado. Todo lo que ha sido carbonizado, quemado y estancado volverá a cobrar vida mientras Mi fuego enciende una nueva pasión en sus vidas. Estoy buscando personas que sean liberadores de Mi gloria mientras envío Mi fuego a través de esta nación y del mundo entero”
“Se impartirá y liberará una unción fresca mientras envío avivamiento a esta tierra seca y sedienta. Reciban la fresca impartición de Mi fuego. Quiten los límites que me han puesto y permitan que imparta una pasión dentro de ustedes, y una vez más experimentarán Mi gloria de una manera magnífica. A medida que eliminen cualquier escombro y cualquier cosa que les esté obstaculizando, los encenderé con Mi gloria una vez más”.
“No resistan los cambios. Son necesarios para que entren en la plenitud de lo que tengo para ustedes. No teman los días venideros, sino sepan que liberaré Mi gloria en una magnitud que ningún diablo ni humano podrá detener”, dice el Señor. (Una palabra de Elaine Tavolacci)
Salmo 18:32-36 Dios es el que me ciñe de poder, y quien hace perfecto mi camino; quien hace mis pies como de ciervas, y me hace estar firme sobre mis alturas; quien adiestra mis manos para la batalla, para entesar con mis brazos el arco de bronce. Me diste asimismo el escudo de tu salvación; Tu diestra me sustentó, y tu benignidad me ha engrandecido. Ensanchaste mis pasos debajo de mí, y mis pies no han resbalado.
Salmo 147:3 Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas.
Jeremías 20:9 Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre; no obstante, había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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