Así fue como David triunfó sobre el filisteo: lo hirió de muerte con una honda y una piedra y sin empuñar la espada. Luego corrió a donde estaba el filisteo, le quitó la espada, la desenvainó, lo remató con ella y cortó su cabeza. 1 Samuel 17:50-51
En estos versos se registra que después de que David derrotó a Goliat, se acerca a este gigante, saca su espada de su vaina y luego procede a cortar la cabeza de su enemigo caído. Algunos de ustedes han estado luchando contra gigantes en esta última temporada. Gigantes que han sido enviados en un intento de robar la tierra y la promesa de Dios sobre su vida. Si los israelitas hubieran sido derrotados, habrían sido hechos esclavos de los filisteos.
Recuerden, no fue solo la familia de David la que se salvó gracias a este acto valiente. Fue toda la nación de Israel. David estaba luchando por el pueblo de Israel y protegiéndolo mucho antes de tomar el trono como Rey. Algunos de ustedes están luchando por promesas que sienten que nunca se cumplirán. Algunos de ustedes están luchando y gigantes han sido enviados para robarles su alegría y su paz. Han sido enviados para convertirlos en esclavos del miedo y de la injusticia. Pero veo que una nueva valentía viene sobre ustedes. Dios los está vistiendo de fuerza y dignidad. Él dice que lo que Él ha ordenado ningún hombre se los puede quitar. No dejen de luchar por lo que Dios ha prometido. Mantengan su mano en el arado. Porque Él se está preparando para llevarlos de pastorcillos a Reyes.
Así como la familia de David fue salvada de la esclavitud gracias a que él se puso en la brecha, Dios dice que sus oraciones y su lucha no carecen de propósito. Él dice que serán el puente para que su familia salga de la oscuridad y entre en la luz. Todo por lo que han estado luchando en esta última temporada se está preparando para revelarse. Han visto al gigante ser derribado, pero Dios dice que es tiempo de terminar lo que comenzaron. Es tiempo de levantarse y cortarle la cabeza a tu enemigo.
1 Samuel 17:54 Luego David tomó la cabeza de Goliat y la llevó a Jerusalén, pero las armas las guardó en su tienda de campaña.
Después de que David le cortó la cabeza a Goliat, la llevó de regreso a Jerusalén como señal de victoria. Era una señal de que los israelitas habían ganado. Ahora bien, esta no era una práctica poco común en la época de David. Cortar la cabeza de un enemigo tenía múltiples propósitos. Aseguraba la muerte de su oponente, era una señal segura para identificar a quien había sido asesinado, servía como advertencia para sus enemigos, servía como señal de victoria para su pueblo y muchos creían que la cabeza contenía todo el poder y la sabiduría. Es la cabeza la que controla todo el cuerpo.
Hoy Dios los está llamando a levantarse y cortar la cabeza de cada gigante que buscó hacerlos esclavos del reino de las tinieblas. Él los está llamando a terminar lo que comenzaron. Fue el testimonio de Goliat lo que abrió las puertas del palacio. Escucho al espíritu de Dios decir para muchos de ustedes hoy, ¡SU VICTORIA ESTA AQUI! ¡SU AVANCE ESTA AQUI! Su temporada de batallas se está desatando y Él está sacudiendo cada cosa muerta de su vida. Él les está entregando la cabeza de sus enemigos como una señal de victoria para su familia, para su ciudad y para su región. Lo que estaba destinado a esclavizarlos está preparando la puerta para que reinen. La victoria es suya, dice el Señor. Prepárense porque están a punto de cruzar su Jordán. Veo que las palabras que se han dicho sobre ustedes se están cumpliendo, y veo que el triunfo viene de aquellas cosas por las que han luchado. Anímense hoy, la temporada de avance está aquí. (Una palabra de Tyler Medina)
1 Samuel 17:47 Todos los que están aquí reconocerán que el Señor salva sin necesidad de espada ni de lanza. La batalla es del Señor y él los entregará a ustedes en nuestras manos.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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