Pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; levantarán el vuelo como las águilas, correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán. Isaías 40:31
He escuchado un grito de guerra venir de las águilas. En un sueño hace unas noches, seguía escuchando esta Escritura: «Porque los ojos del Señor recorren toda la tierra para fortalecer a aquellos cuyo corazón es completamente suyo.» (2 Crónicas 16:9) Entonces vi al Señor como un gran Águila que estaba empollando sobre la tierra en busca de aquellos con corazónes puros. Luego comenzó a descender sobre las naciones de la tierra con sus garras extendidas, lanzando un grito de guerra. En respuesta, otras águilas que estaban solas y dormidas de repente comenzaron a clamar y se unieron en los cielos para unirse con las demás águilas.
Creo que este sueño es lo que Dios está haciendo en este momento en la tierra. Creo que el Señor está empollando sobre la tierra y buscando a sus águilas guerreras que se levantarán y tomarán las alturas por él, y comenzarán a lanzar un grito sobre las naciones. Es una compañía profética de personas que han estado escondidas, que han estado solas, y que el Señor está llamando a salir de su escondite en esta hora y los está uniendo para un propósito poderoso en la tierra.
El propósito de las águilas es liberar la estrategia del Señor, la sabiduría del Señor, el nuevo sonido y el grito de guerra que despertará al pueblo de Dios que está dormido y comenzará a separar lo puro de lo impuro. El llamado de las águilas es levantar al cuerpo de Cristo en este tiempo. Demasiadas águilas han estado aisladas y la empolladura es la sacudida y la liberación para llamarlas fuera de la dormancia. Es tiempo de que las águilas se reúnan nuevamente. Es tiempo de que las águilas extiendan sus alas. Es tiempo de que las águilas liberen su clamor.
LAS ALAS DE LOS PROFETAS SERAN RESTAURADAS
A principios de año, mientras conducíamos desde Colorado hasta Nuevo México, tuve una visión de un águila dorada increíble que tenía las alas extendidas, pero sus huesos eran quebradizos, sus músculos débiles y le faltaba cada segunda o tercera pluma. Dije: «Señor, ¿qué estoy viendo?» Y Él me dijo que las águilas habían estado bajo ataque y les habían arrancado y desgarrado las plumas.
Sé que esto habla de los profetas, los profetas puros en estados, ciudades y naciones de la tierra que han tenido sus plumas arrancadas por el enemigo. Han sido intimidados y han estado bajo fuego por el espíritu de Jezabel que ha intentado seducirlos al compromiso y a la apatía, y por el espíritu religioso que ha intentado desacreditar y asesinar a esta compañía profética. Ha habido un asalto de espíritus territoriales y principados en regiones que han intentado detener a estas águilas de elevarse más alto y liberar su clamor.
Verás, necesitas todas tus plumas en tus alas para poder remontarte a las alturas y además las plumas de un águila son su gloria. El enemigo ha estado tratando de despojar a los profetas de su gloria porque un profeta sin su gloria es solo un ícaro que no lleva autoridad, poder, señales y maravillas, ni la palabra pura del Señor. Y muchas águilas han estado en silencio. Han perdido su clamor y han perdido su sonido. Pero el Señor está restaurando a las águilas a su posición en este momento, y las está restaurando a su compañía. Él está empollando sobre ti. Incluso ahora mientras lees esto, oro para que sientas un rumbo en tu vientre. Oro para que sientas que el Espíritu de Dios comienza a moverse y a hacer temblar las aguas de tu espíritu, y a hacerte revivir.
NIDOS DE ÁGUILAS SE ESTÁN FORMANDO
Y oro ahora mismo para que el Señor comience a unirte con tu compañía que Dios está levantando: los nidos de águilas emergiendo alrededor de la tierra en este momento. Está levantando compañías puras de personas que no tienen ningún motivo ni agenda excepto liberar la palabra del Señor en la tierra. Creo que hay una reforma que está llegando a la compañía profética. Es como cuando los hijos de los profetas vinieron a Elías y dijeron: «¡Este lugar es demasiado pequeño para nosotros! ¡Debemos acomodar lo que Dios está haciendo!» Él está poniendo un apetito en ellos que dice: «¡Lo que tenemos es demasiado pequeño! ¡Debemos expandirnos, debemos construir!» Y el Señor está comenzando a migrarlos hacia la posición para este gran mover de Dios.
Y por último, Dios está levantando a las águilas para liberar un poderoso grito de guerra que sacudirá los huesos en la tierra donde los profetas han estado bajo tierra, donde los profetas han sido tímidos y tienen miedo de liberar la Palabra del Señor. ¡Y se levantarán de nuevo!
«¡Repentinamente!», dice el Señor, «Un nuevo clamor vendrá sobre ti. Sentirás que burbujea desde tu espíritu. Es un clamor de valentía. Es un clamor de audacia. Es un clamor que se levantará contra el sonido tibio que la iglesia ha adoptado a través de la cultura y el grito de guerra de mis águilas se levantará y liberará el sonido de la pureza y un fuego ardiente que llevará a la iglesia a un nuevo día y estándar y la llevará más alto.
ÁGUILAS ¡SACÚDANSE EL CANSANCIO!
Ahora, águilas, permítanme profetizarles. Es tiempo de que el cansancio y el agotamiento se rompan sobre ustedes. Es tiempo de que sus alas sean reparadas. Es tiempo de que vuelvan a remontarse. Es tiempo de que su voz amordazada y silenciada comience a liberar el grito de guerra en el nombre de Jesús.
Escucho al Señor decir en Salmos 103:5 que renovarás tu juventud como las águilas. Incluso ahora, deja que venga la renovación. Que comience el avivamiento en tu interior. Que esa juventud te cubra y un viento fresco venga sobre ti que te llevará más alto. Escucho al Señor decir que «te elevarás sobre alas de águila hoy». Sí, levántate sobre alas de águila y libérate del lugar en el que has estado que te ha mantenido a baja altitud. Es tiempo de subir a los lugares altos y comenzar a liberar tu grito de guerra nuevamente, dice el Señor. Para esto fuiste creado. No fuiste creado para acobardarte, no fuiste creado para quedarte en silencio. Fuiste creado en este tiempo para ser el águila del Señor que libera la voz del Señor en la tierra. (Una palabra de Nate Johnston)
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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