Todos los que están aquí reconocerán que el Señor salva sin necesidad de espada ni de lanza. La batalla es del Señor y él los entregará a ustedes en nuestras manos. 1 Samuel 17:47
Ayer escuché, «¡Estás al borde!» Por eso ha aumentado la guerra espiritual. Por eso la difamación se ha intensificado de repente. Por eso la presión está aumentando por todos lados, y sientes que te han acorralado. El enemigo puede sentir que estás abriendo nuevos caminos, pasando de SOÑAR a VER y de PLANEAR a ESTABLECER.
Mientras el Señor me mostraba esto, escuché, «¡Quiero renunciar y alejarme!» ¿Eres tú? ¿Has sentido el intenso deseo solo de correr y renunciar a todo? ¿La batalla mental y los juegos te han parecido tan intensos que anhelas la paz aunque signifique abandonarlo todo? Esto es brujería de libro de texto y tácticas de intimidación para esta fase de avance. Piensa en los israelitas en un callejón sin salida en el valle de Ela, escuchando los insultos diarios de Goliat. Tenían dos opciones: enfrentarse a Goliat y seguir adelante a través del bombardeo mental y espiritual, o retroceder. No tenían otra opción.
Estos momentos se reducen a esta decisión muy concreta. Sí, puedes retroceder, pero solo estarás corriendo hacia el cautiverio. O puedes arrodillarte, sumergirte en su presencia, y DEJAR QUE DIOS PELEE LA BATALLA. Si tan solo supieras lo cerca que estás… Estás tan cerca. Esta parte requerirá tenacidad y aferrarse al borde de su manto cuando la tormenta esté rugiendo a tu alrededor. Tendrás que mantener tu posición, especialmente cuando los problemas intenten surgir y predicen la perdición y la oscuridad para ti.
Tu arma es su presencia y la unción en tu vida. Aquí es donde necesitarás apoyarte en la parte pesada de tu chaqueta. No retrocedas y no vuelvas al estancamiento. ¡Estás muy cerca!
2 Crónicas 20:21-22 Después de consultar con el pueblo, Josafat designó a los que irían al frente del ejército para cantar al Señor y alabar la hermosura de su santidad con el cántico: «Den gracias al Señor, pues su gran amor perdura para siempre». Tan pronto como empezaron a entonar este cántico de alabanza, el Señor puso emboscadas contra los amonitas, los moabitas y los del monte de Seír que habían venido contra Judá y los derrotó.
¡ESTAS AL BORDE!
No te distraigas en este momento. Sigue caminando. Sacúdete el drama. Los planos en tu espíritu están a punto de converger con lo práctico, y finalmente serán dados a luz. Los puntos se están conectando, y Dios está reuniendo personas para correr contigo y ver que se cumpla. Así que no diagnostiques mal este momento ni te dejes arrastrar por el miedo de la tormenta. Es solo un espectáculo secundario que te robará la paz en medio de una temporada de incremento. (Una palabra de Nate Johnston)
Salmos 44:3-8 Porque no fue su espada la que conquistó la tierra ni fue su brazo el que les dio la victoria: fue tu brazo, tu mano derecha; fue la luz de tu rostro, porque tú los amabas. Solo tú eres mi Rey y mi Dios. ¡Decreta las victorias de Jacob! Por ti derrotamos a nuestros enemigos; en tu nombre aplastamos a nuestros agresores. Yo no confío en mi arco ni puede mi espada darme la victoria; tú nos das la victoria sobre nuestros enemigos, y dejas en vergüenza a nuestros adversarios. ¡Por siempre nos gloriaremos en Dios! ¡Por siempre alabaremos tu nombre!
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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