Sí, el Señor Soberano viene con poder y reinará con brazo poderoso. Miren, él trae consigo su recompensa. Isaías 41:10
Mientras oraba, seguía escuchando al Señor proclamar: “¡Recompensa! ¡Recompensa! ¡Recompensa!” Al día siguiente, mientras oraba nuevamente, escuché claramente al Señor decir: “Yo soy el Señor Dios de la recompensa.” Sin duda, captó mi atención, lo que me llevó a buscar una revelación profunda de uno de los muchos nombres de Dios: “Jehová Gmolah”, el Señor Dios de la Recompensa. (Jeremías 51:56)
Después de que el Señor me reveló este nombre, comencé a cantar y declarar: “Tú eres Jehová Gmolah, el Señor Dios de la recompensa.” Mientras cantaba, la presencia de Dios llenó la habitación. Sentí que una unción profética descendía sobre mí, y comencé a profetizar: “La recompensa está en camino hacia ti. Las recompensas de Dios te están alcanzando.” No solo sentí lo profético en ese momento, sino que, incluso mientras escribo ahora, la unción profética del Señor está sobre mí para profetizarte. ¡Recibe la palabra de Dios! El poder de Dios está ahora contigo para recompensarte por todo tu esfuerzo y todos tus actos de justicia.
Hebreos 10:35 Por lo tanto, no pierdan la confianza, que lleva consigo una gran recompensa.
En la Biblia, la palabra “RECOMPENSA” tiene múltiples interpretaciones. Algunas veces se presenta de manera positiva, y otras, de forma negativa. Puede traducirse como “reembolso, beneficio, compensación, represalia, retribución o galardón.” Las definiciones principales son “reembolsar y recompensar.” Al explorar el nombre “Jehová Gmolah”, descubrí que conlleva la promesa de pagar, restaurar y traer justicia.
A lo largo de las Escrituras, hay innumerables ejemplos de cómo Dios demuestra Su naturaleza como el Dios de la Recompensa: desde la liberación de los israelitas de sus opresores hasta las promesas de restauración en los escritos proféticos. Quedó claro para mí que el carácter de Dios está firmemente vinculado al acto de recompensar.
Cuando pensamos en el juicio de Dios, muchos lo asociamos con algo negativo, imaginando a un Dios iracundo y ansioso por desatar Su enojo. Sin embargo, escuché al Señor decir que Su juicio no está en tu contra; está a tu favor. “Estoy dictando Mi juicio a tu favor y he fallado en contra de tu adversario. La recompensa viene para ti. Además, esta es tu temporada de RESTITUCIÓN. He llevado registro de cada semilla que has sembrado, y nada ha pasado desapercibido para Mí. He visto las veces que el enemigo te ha robado, y ahora el ladrón tendrá que devolverte siete veces más.”
En el libro de Éxodo, los hebreos soportaron la dura realidad de la esclavitud bajo los egipcios, trabajando incansablemente sin recibir pago alguno. Sufrieron crueldad y opresión, pero Dios tomó nota de su dolor y escuchó su clamor. En respuesta, levantó a Moisés como su libertador. Dios también ha escuchado tu clamor y ya ha trazado un camino para tu liberación. Él ha asegurado que, al igual que los hijos de Israel, no saldrás de tus pruebas y dificultades con las manos vacías. Así como los hebreos salieron de Egipto con las riquezas de sus opresores, tú también verás un giro. Las cadenas de tu pasado están siendo rotas, y estás siendo liberado para abrazar un futuro lleno de esperanza y abundancia.
Éxodo 12:35–36 NVI Después, siguiendo las instrucciones que Moisés había dado, pidieron a los egipcios que les dieran objetos de oro y de plata, y también ropa. El Señor hizo que los egipcios vieran con buenos ojos a los israelitas, así que les dieron todo lo que pedían. De este modo, los israelitas despojaron por completo a los egipcios.
Después de que Israel salió de Egipto, el Señor los guio por la ruta más larga, a través del desierto y el Mar Rojo, en lugar del camino más corto por la tierra de los filisteos. Dios no había terminado Su juicio contra Faraón; endureció su corazón, obligándolo a perseguir a los hebreos. A pesar de las plagas que había soportado mientras el pueblo de Dios estaba a salvo en Gosén, los egipcios no comprendieron que el Dios viviente estaba luchando por Israel. El Señor se preparaba para entregar Su recompensa contra el perverso Faraón. Cuando Israel vio a los egipcios acercarse, se llenaron de temor y clamaron al Señor por ayuda.
Éxodo 14:13-14 NVI —No tengan miedo —les respondió Moisés—. Mantengan sus posiciones, que hoy mismo serán testigos de la salvación que el Señor realizará en favor de ustedes. A esos egipcios que hoy ven, ¡jamás volverán a verlos! Ustedes quédense quietos, que el Señor presentará batalla por ustedes.
Dios le ordenó a Moisés que levantara su vara y extendiera su mano sobre el Mar Rojo, permitiendo que los israelitas avanzaran en medio del mar. ¡Escucha! El Señor dice que, así como lo hizo con ellos, lo está haciendo contigo. ¡Ya no estarás atrapado! ¡Estás avanzando! La historia no termina ahí. Cuando Israel cruzó, los egipcios los persiguieron, pero fue entonces cuando Dios les dio su temporada de recompensa. ¡Dios mismo peleó contra sus enemigos!
Éxodo 14:24-25 NVI Cuando ya estaba por amanecer, el Señor miró al ejército egipcio desde la columna de fuego y de nube, y sembró la confusión entre ellos: hizo que las ruedas de sus carros se atascaran, de modo que se les hacía muy difícil avanzar. Entonces exclamaron los egipcios: «¡Alejémonos de los israelitas, pues el Señor está peleando por ellos y contra nosotros!».
Al salir de 2024 y entrar en 2025, experimentarás la justicia de Dios contra tu enemigo. Su recompensa viene para ti. De hecho, ya ha comenzado. ¿Puedes sentirlo? Las murallas de imposibilidad están cayendo, y las barreras están siendo demolidas. Vi en una visión a una persona intentando avanzar, pero siendo detenida por un obstáculo. Finalmente, las barreras fueron eliminadas, permitiéndole ganar impulso. ¡Eso es exactamente lo que Dios está haciendo contigo! Todo espíritu demoníaco enviado para sabotear tu destino tiene que irse AHORA. Jehová Gmolah, el Señor Dios de la Recompensa, está listo para moverse, intervenir y recompensarte en esta temporada. (Una palabra de Andrew Towe)
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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