Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios. Lucas 18:27
Al entrar en 2025, permíteme recordarte algo profundo: DIOS NO OLVIDA.El Evangelio de Lucas comienza en un tiempo de silencio—400 años. Desde las palabras finales de Malaquías hasta el momento en que Gabriel habló a Zacarías, parecía que el cielo había guardado silencio. El pueblo de Israel vivía bajo el pesado yugo del rey Herodes, un gobernante dominado por la paranoia y la crueldad. Muchos se sentían olvidados, cansados de décadas de vacío espiritual y esperanzas aplazadas.Pero en medio del silencio, Dios habló.
Lucas 1 nos presenta a Zacarías, un sacerdote fiel cuyo propio nombre significa “a quien Dios recuerda”. Sin embargo, incluso él luchaba con sueños no cumplidos. Zacarías y su esposa, Elisabet, no tenían hijos—un dolor que reflejaba el anhelo de Israel por ver cumplidas las promesas de Dios. Entonces, en un momento que nunca esperó, Zacarías encontró al ángel Gabriel mientras servía en el templo. Imagina escuchar estas palabras:
«Yo soy Gabriel, que estoy en la presencia de Dios, y he sido enviado para hablarte y traerte estas buenas nuevas.» (Lucas 1:19 NBLA)
El ángel le reveló que su oración había sido escuchada—la misma oración que probablemente había dejado de hacer años atrás. Y esto es lo que creo que el Señor está diciéndonos para 2025: Dios está respondiendo las oraciones que dejaste de hacer. Él no te ha olvidado. Las promesas que pensaste que estaban retrasadas, los sueños enterrados bajo años de desilusión—Dios los recuerda. El cielo no ha estado en silencio; ha estado preparándose para el tiempo señalado de cumplimiento. Sin embargo, hay una elección en cómo respondemos. Cuando Zacarías escuchó la promesa, dudó:
«¿Cómo puedo estar seguro de esto? Porque yo soy anciano, y mi esposa es de edad avanzada.» (Lucas 1:18 NBLA)
Por su incredulidad, Zacarías quedó en silencio hasta que se cumplió la promesa. Amigos, este no es el momento para hablar palabras de duda. 2025 es un año para creer, declarar, profetizar y liberar palabras de esperanza. Vean la respuesta de María más adelante en Lucas 1. Cuando Gabriel le dio una promesa aún más imposible—que ella, siendo virgen, concebiría al Hijo de Dios—sus palabras fueron simples y llenas de fe: «Aquí tienes a la sierva del Señor; hágase en mí conforme a tu palabra.» (Lucas 1:38 NBLA)
Esta es la postura a la que Dios nos está llamando: FE AUDAZ y ACUERDO con Sus promesas. Al comenzar este nuevo año, los animo a que vuelvan a las oraciones que dejaron de hacer. Escríbanlas. Preséntenselas al Señor una vez más. Y que su corazón repita la respuesta de María: “Hágase en mí conforme a tu palabra.” 2025 no es solo otro año. Es un año de promesas cumplidas. Es un año para soñar de nuevo, hablar de nuevo y creer de nuevo. Entremos en él con fe, esperanza y expectativa. (Iván Román)
Escuché al Espíritu del Señor decir:
“Lo que antes se consideraba IMPOSIBLE ahora se desplegará ante tus propios ojos. Ha llegado el tiempo para que Mis promesas se manifiesten; lo que muchos decían que nunca sucedería, ya está aquí. Estoy llamando a los cansados a levantarse como poderosos guerreros, porque derramaré Mi unción sobre ustedes, levantando sus cargas y refrescando sus espíritus. Yo estoy designando nuevos centinelas en esta hora, un remanente de guerreros que no vacilarán frente al torrente de maldad. Manténganse firmes, porque los he equipado con armas poderosas de guerra que pueden desmantelar incluso las fortalezas más imponentes. Prepárense, porque su intercesión estará vinculada a profundos ámbitos de revelación. Al buscarme, iluminaré su camino, otorgándoles discernimiento y entendimiento que superará la sabiduría humana. Levántense, porque han sido escogidos para ser agentes de cambio en un mundo que anhela Mi luz. El tiempo es ahora; dejen que su fe encienda los cielos y transforme la tierra.” (Profeta Charlie Shamp)
Jeremías 32:17 Ah, Señor mi Dios! Tú, con tu gran fuerza y tu brazo poderoso, has hecho los cielos y la tierra. Para ti no hay nada imposible.
Hebreos 11:6 En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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