Pero olvida todo eso; no es nada comparado con lo que voy a hacer. Pues estoy a punto de hacer algo nuevo. ¡Mira, ya he comenzado! ¿No lo ves? Haré un camino a través del desierto; crearé ríos en la tierra árida y baldía. Isaías 43:18-19 NTV
Esta es la temporada de Isaías 43:18-19. Muchos ya hemos dado pasos de fe hacia lo nuevo avanzando con impulso hacia adelante. Para otros está siendo difícil soltar el pasado. Han pasado por una temporada difícil en los últimos años; han visto morir sueños y esperanzas, perder relaciones, abandonar aspiraciones personales, profesionales, empresariales, laborales y tomar desvíos no planificados.
Un elemento crucial para cultivar una fe genuina en nuestro futuro radica en la capacidad de soltar verdaderamente las ataduras de nuestras experiencias pasadas, especialmente aquellas marcadas por la decepción. Es un proceso delicado y, a menudo, desafiante, ya que no podemos mirar hacia atrás mientras nos esforzamos por seguir avanzando. Esta es una elección decisiva que todos debemos enfrentar en este momento: una decisión que exige nuestra participación activa y compromiso. Para avanzar, debemos optar conscientemente por dejar atrás las decepciones de ayer y abrazar las posibilidades que están por delante.
Hace algunos meses compartí esta palabra de Nate Johnston que decía: “En una visión, vi al Señor leyendo un libro mayor y sellando cada página con las palabras «CUENTA CERRADA». Estaba liquidando cada transacción entrante y saliente de esta temporada de 7 años y poniéndolas en marcha. Entonces lo oí decir: «Las viejas puertas deben cerrarse, y las nuevas deben abrirse», pero muchos han estado atrapados en el medio, incapaces de moverse porque no han permitido que el cierre completo llegue. Muchos han estado atrapados en la sala oscura de su dolor, repasando una y otra vez sus mayores fracasos y tratando de revivir los momentos destacados de su vida, pero ahora es tiempo de dejar ese lugar y abrazar lo nuevo. Lo escuché decir: «Lo que tengo por delante eclipsará los momentos destacados de tu última temporada y traerá sanidad al dolor de tus mayores derrotas».
DIA 2 EN SU PRESENCIA
LECTURAS BIBLICAS: Filipenses 3, Isaías 43, Salmos 143 – Al entrar en el nuevo año, una de las cosas que debemos hacer es olvidar lo que quedó atrás. Examina tu corazón, tu vida y tus circunstancias. Es tiempo de prepararte para avanzar en la próxima temporada de nuevos comienzos. Debes dejar atrás aquello que te mantendrá anclado al pasado. Es tiempo de romper todos los acuerdos que hayas hecho con la fatalidad, la tristeza y el espíritu de muerte sobre tu destino. Nate Johnston profetizó: “Es tiempo de darle espacio a tu corazón para procesar, sanar, desfragmentar y ordenar. Es tiempo de dejar algunas cosas donde están y entregar tus preguntas a los pies de Jesús. Es tiempo de entregarle a Dios tus dudas, miedos, traumas y heridas de la temporada que pasó. Es tiempo de dejar que el Padre te ministre, te afirme y te hable la verdad a lo más profundo de tu ser.
Es tiempo de dejar ir a esas personas, esas ciudades y esos proyectos caducos e inacabados. Es tiempo de liberarte de algunas expectativas que no se cumplieron. Es tiempo de cerrar la puerta al fracaso y a las mentiras que dicen que no terminaste bien esta temporada. Es tiempo de cortar todas las ataduras con todo aquello que intenta mantenerte esclavizado a la temporada pasada. Es tiempo de desatar tus viejas, ensangrentadas y desgastadas botas de guerrero de la batalla, y ponerte tus zapatos nuevos para una nueva temporada. Así que hoy, entrégate al Señor de nuevo. Haz negocios con Dios. Entrégale tus complejos y ten esa conversación difícil que hasta has estado evitando. Pon todo a Sus pies e invita al Espíritu Santo a que cierre el camino y marque el comienzo de un nuevo día. Un día miraremos atrás y todo habrá valido la pena. Él está soplando vida sobre los lugares de tu alma que han estado torcidos y enfermos. Las personas dirán: «¿Pero no enfrentó esa tormenta mortal? ¿Cómo está de pie?» Y sabrás que solo pudo haber sido el poder de Dios que, en un instante, te sacó del camino de luto continuo y te devolvió a la vida”.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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