El que abre brecha marchará al frente y también ellos se abrirán camino; atravesarán la puerta y se irán, mientras su Rey avanza al frente, mientras el Señor va a la cabeza. Miqueas 2:13 NVI
El 30 de diciembre de 2024, desperté de un sueño y continué con una visión después de despertar en la que vi una tierra devastada, oscura y humeante, con un camino dorado a través de la devastación. El glorioso, Jesús (Yeshúa), caminaba por este camino. Los justos caminaban con Él, avanzando por esta senda e instando a otros a unirse a ellos. Era un camino recto con curvas suaves, pues todo lugar torcido había sido enderezado.
Mientras escribo esto, me viene a la mente Proverbios 4:18: «… Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va aumentando en resplandor hasta que es pleno día.» (LBLA), e Isaías 26:7: «La senda del justo es recta; tú, que eres íntegro, allanas su camino.» (NVI). La Nueva Traducción Viviente lo dice así: «Sin embargo, para los que son justos, el camino no es empinado ni accidentado. Tú eres Dios. Haces lo que es justo y allanas el camino delante de ellos.» Además, el Salmo 65:11 dice: «Tú has coronado el año con tus bienes, y tus huellas destilan grosura”. (LBLA)
Lo interesante es que la palabra de origen hebreo para «sendas» significa «rodar» o «revolverse»; en otras palabras, una senda es la huella dejada por una rueda. Esto es importante, porque escuché al Señor decir que este será un año de romper ciclos antiguos y establecer nuevos patrones o caminos de éxito. Esta es una palabra para matrimonios, relaciones familiares, estrategias empresariales y para el crecimiento y expansión del Reino de Dios. También es una palabra que endereza los lugares torcidos en la cultura y el gobierno, estableciendo un nuevo camino hacia adelante para las naciones y rompiendo ciclos de corrupción y degeneración.
De repente, muchos comenzaron a emerger de la devastación. Estaban sucios y desaliñados, aparentemente sin esperanza respecto al futuro. Pero al pisar este glorioso camino, fueron transformados. En lugar de ropas, piel y cabello sucios, de repente todo estaba limpio y reluciente. La esperanza y el asombro iluminaban sus rostros mientras las cosas viejas pasaban y todas las cosas se hacían nuevas. Estaban entrando en un nuevo comienzo. Escuché las palabras: «Este es un nuevo día de gracia, un tiempo de renacimiento, una temporada de nuevas fuerzas para cambiar la batalla en la puerta». ¡Qué visión tan esperanzadora del futuro y del avivamiento!
¡LA GRACIA ESTA SIENDO MULTIPLICADA!
El número veinticinco está asociado con gran GRACIA. El cinco es el número bíblico de la gracia. Este año hebreo es 5785, comenzando y terminando con cinco. Veinticinco es cinco veces cinco. ¡La gracia está siendo multiplicada este año para lograr grandes obras del Reino!
Curiosamente, el Señor me despertó el 27 de diciembre para leer el libro de Ezequiel, que trata sobre Dios juzgando a Israel y a las naciones vecinas por su pecado e idolatría. Pero en el año veinticinco de cautiverio, Dios le dio a Ezequiel una visión de un futuro nuevo: un templo restaurado y una Jerusalén reconstruida. Al principio del libro, la gloria de Dios se aparta del templo, pero después de la restauración, la gloria regresa. Es una historia de juicio y perdón, arrepentimiento y restauración, una historia de gracia y gloria.
Juan 1:16 dice: «De su plenitud todos hemos recibido, y gracia sobre gracia». En el griego, esto sugiere un suministro continuo de gracia y favor divinos que se construye sobre nuestras bendiciones pasadas. Esto no es solo un acto único de favor; es perpetuo, continuo y desbordante en abundancia. ¡Que la gracia sea multiplicada en 2025! (Una palabra profética de Jane Hamon)
DIA 12 EN SU PRESENCIA
LECTURAS BIBLICAS: Isaías 35, Salmos 25, Tito 2:11-14 – Dios está abriendo camino y nos está llamando a dar pasos de fe. ¡Aferrémonos a la provisión del Espíritu Santo y caminemos en total obediencia a Su dirección! Él nos está llamando a lo desconocido, tal como lo hizo con Abraham. (Hebreos 11:8) No sabemos a dónde vamos, pero sabemos quién nos está llamando. Si Jesús es el Autor de nuestra fe, entonces Él y sólo Él es nuestra Roca segura de estabilidad. Jesús no solo abre camino, El es el camino. Es esencial que mantengamos nuestra mente y nuestro corazón fijos y enfocados en Él; entonces tendremos una paz perfecta. Se está restaurando el puente de la confianza para que haya un camino claro y firme para cruzar de regreso a casa y hacia nuestro destino.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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