Pues la sabiduría entrará en tu corazón, y el conocimiento te llenará de alegría. Las decisiones sabias te protegerán; el entendimiento te mantendrá a salvo. Proverbios 2:10-11
Cuando Dios está moviendo cosas en tu vida, puede ser incómodo y desconcertante. No es que no confíes en Él. Sabes que Él es bueno y fiel. Es solo que te gusta la certeza y la familiaridad. Prefieres la seguridad y saber dónde encajas en el mundo. En la transición todo eso se desestabiliza. Puedes empezar a sentirte inseguro. Sabes quién eras, pero ahora ya no estás seguro de quién eres. Incluso puedes empezar a sentirte un poco perdido. Quiero asegurarte que no estás perdido. Dios simplemente te está llevando por un nuevo camino. Oro porque esta palabra te anime a seguir adelante hacia la plenitud de la transformación que el Espíritu Santo quiere traer a tu vida.
NO ESTÁS PERDIDO… SOLO ESTÁS TOMANDO UN NUEVO CAMINO.
Cuando estás atravesando una temporada de transición larga y significativa, a menudo sentirás como si hubieras perdido el rumbo. Ni siquiera estás seguro de qué es exactamente lo que has perdido o de qué es lo que no está bien en tu vida. Todavía amas a Jesús. Estás plenamente comprometido con los propósitos de Su Reino. Pero ya no parece como solía ser. Y ya no se siente como antes. Puede haber una profunda sensación de malestar. Tu propósito se ha expresado de una manera durante tanto tiempo que cuando Dios te cambia y te reviste de nuevo, ya no estás seguro de quién eres. Casi puedes sentirte como si hubieras hecho algo malo. Que te has dejado llevar. Que has perdido la pasión que una vez tuviste. Ni siquiera estás seguro de si todavía tienes un propósito.
En efecto, Dios ha estado desprendiendo lentamente tu antiguo yo para dar origen a un nuevo yo más alineado con Sus propósitos «ahora» para tu vida. Sin embargo, en la etapa de despojo te sientes vulnerable y desnudo. Crees que necesitas volver a lo antiguo. A lo familiar. A lo cómodo. Y sin embargo, en el fondo sabes que allí no hay nada para ti.
Supera la inestabilidad. Acepta la inseguridad. Estás a punto de ser revestido, realineado y liberado. Seguirás sintiéndote apasionado, pero no por las mismas cosas. Todavía tienes un futuro y un propósito pero no a la antigua manera. Dale la bienvenida al nuevo tú que está surgiendo. No es mejor que el antiguo tú. Es simplemente diferente. Pero debes estar más dispuesto a recibir todo aquello que Dios está a punto de traerte. (Una palabra de Craig Cooney)
2 Corintios 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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