Salí afuera para profetizar en el grabador de voz de mi teléfono y la escritura que salió de mi boca fue de Isaías 10:29: “Han cruzado el vado; pasan la noche en Geba; tiembla Ramá y Gabaa de Saúl huye.” Tan pronto como dije esas palabras, un terremoto de magnitud 5.2 comenzó a sacudir el sur de California desde un lugar llamado Julian, California.
Creo que lo que estoy a punto de compartir es una palabra para el cuerpo de Cristo en este momento para los especialistas en cruzar, aquellos que están siendo llamados a hacer la transición hacia una nueva era en medio de mucho temblor tanto en la Iglesia como en el mundo. El temblor es la señal de que estamos cruzando.
Hace unos días, alguien me preguntó: «¿Cómo cruzamos hacia lo nuevo cuando muchas personas no están dispuestas o no pueden acompañarnos?» Mi respuesta fue: Debemos guiarlos suavemente, con tacto y honra, pero también con urgencia, sabiendo que el tiempo es ahora. Pero también sabiendo que es Dios quien nos guía y usa el temblor para perturbar comodidades y sistemas que ya no están alineados con Su Espíritu. Él rompe nuestra dependencia de métodos hechos por el hombre e identidades desactualizadas. Expone lo que ya no funciona. Nos guía hacia nuevas costas. Pero para esta palabra, quiero destacar algo específico de lo que estamos saliendo… Estamos dejando atrás la mentalidad de lucha o huida. Estamos dejando la esclavitud. Estamos dejando la constante conciencia de la guerra.
Isaías 10:27 dice: Acontecerá en aquel tiempo que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se pudrirá a causa de la unción.
Este pasaje trata sobre Israel en esclavitud. Dios estaba llamando a un remanente a levantarse y cruzar hacia la libertad y la liberación. Esto no era solo una reubicación física, era una liberación de la opresión. Cuando Dios guió a Israel fuera de Egipto, no se trataba solo de un nuevo destino. Se trataba de ser liberados de la esclavitud.
Cuando Josué guió al pueblo a la Tierra Prometida, se trataba de dejar atrás el desierto. Y está sucediendo de nuevo en nuestra generación. Cuando Dios nos llama a cruzar, siempre expone lo que hemos tolerado: disfunción, desobediencia, ideologías demoníacas, adicciones, opresión y esclavitud. En la Iglesia hoy, lo vemos claramente. Hemos tolerado imperios egoístas, el espíritu de Acab, el espíritu de Jezabel y el espíritu de religión, solo por nombrar algunos. Estas fuerzas han mantenido al cuerpo atado a estructuras que ya no llevan el vino. Es como estar en la boda en Caná: el vino se ha agotado pero todavía estamos adorando las vasijas vacías que lo contenían. Mientras tanto, Jesús está presente, listo para derramar el vino nuevo, pero muchos son demasiado leales a lo viejo para recibirlo.
Esto es lo que hace el espíritu de Jezabel, el espíritu sin esposo, en conjunto con el control religioso. Nos mantiene atados a lo que una vez tuvo gloria pero ya no la tiene. Ahora mismo, Dios está confrontando estas áreas. Está exponiendo lo que hemos adorado, lo que hemos permitido, lo que hemos construido fuera de Él. Así que esta palabra es para el especialista en cruzar, aquellos que sienten la fricción y la presión de la transición y no solo están cruzando personalmente, sino que sienten el llamado a ser un puente para otros.
Permíteme hablar contigo personalmente: Estás saliendo de la disfunción. Por eso todo se siente agitado.Dios está sacando a la superficie áreas de compromiso en tu propia vida, mostrándote lugares donde has creado Ismaeles o seguido llamados de Jonás.Él lo está haciendo en ti, y a través de ti, y lo está haciendo en la Iglesia.Por eso hay tanto temblor.Por eso se está revelando tanto.Por eso la gente está desesperada y quebrantada, porque Dios está exponiendo la serpiente.Y sí, Él quiere liberarte, pero también quiere llevarte hacia el propósito detrás de ello.
Esto es de lo que estamos saliendo:
Modo de defensa constante. No estás destinado a pasar toda tu vida simplemente sobreviviendo a la batalla. Sí, Nehemías tuvo que defender la muralla por un tiempo, pero si se hubiera quedado en modo de lucha, nunca la habría terminado de construir. Nos estamos moviendo de la reacción a la construcción. Dios quiere que prosperes. Quiere que disfrutes la alegría y la maravilla de lo que estás llamado a hacer. Cuando el vino viejo se agota, y nos negamos a cruzar, nos apoyamos en nuestra carne y comenzamos a funcionar con humos. Pero cuando cruzamos al Espíritu, nos movemos en Su fuerza, Su flujo y Su libertad.
Entonces, ¿cómo cruzamos efectivamente en esta temporada?
Mira Isaías 10:29 nuevamente. Geba y Ramá significan ambos lugar alto. La clave está en el lugar secreto, el lugar alto con Dios. Cuando venga el temblor, escóndete en Él. Cuando las cosas sean inestables, aférrate a Él. Es en el lugar secreto donde Él te sanará, te liberará, te restaurará… es aquí donde cruzarás del abismo hacia la promesa. Y desde ese lugar, también guiarás a otros.
Pero al concluir esta palabra, siento declarar audazmente algo en alineación con el temblor e Isaías 10:29: Los lugares altos de este mundo están temblando. Las potestades están siendo desalojadas y desplazadas. Cuando David cruzó el umbral en el valle de Ela y enfrentó a Goliat, perdió su tierra. Llegó a las manos del pueblo de Dios y la batalla terminó. ¿Y si este cruce se trata más de conquista del reino de lo que nos damos cuenta? ¿Y si Dios nos está guiando para salir dé más fortalezas y yugos a nivel personal y global de lo que podemos ver ahora mismo?
California está temblando porque es una declaración de que los dolores de parto están sobre nosotros y que la tierra está madurando. Y los especialistas para la hora están surgiendo. ¿Podrías ser tú? Oro para que así sea… (Una palabra dé Nate Johnston)
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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