Tampoco debemos quejarnos, como algunos de ellos lo hicieron. Por eso, el ángel de la muerte los mató. Todo eso le sucedió a nuestro pueblo para darnos una lección. Y quedó escrito en la Biblia, para que nos sirva de enseñanza a los que vivimos en estos últimos tiempos. 1 Corintios 10:10-11 TLA
Recientemente, he oído al Señor decir: «Crucifica la queja». Mientras el Señor pronunciaba estas palabras, pude sentir al Espíritu Santo trayendo convicción sobre la queja en las vidas de los creyentes. Luego escuché Filipenses 2:14-15: «Háganlo todo sin quejas ni contiendas, para que sean intachables y puros, hijos de Dios sin culpa en medio de una generación torcida y depravada. En ella ustedes brillan como estrellas en el mundo». Mientras reflexionaba sobre esas palabras «crucifica la queja», le pregunté al Señor por qué usó la palabra «crucificar» y de inmediato Él me habló:
«Estoy llamando a Mi pueblo a traer la queja a la Cruz. A morir a la queja en la Cruz. Yo lo pagué todo. Fui crucificado sin quejarme. Entregué mi vida sin quejarme. Mi pueblo se ha acostumbrado a quejarse, y estoy trayendo convicción sobre la queja y las contiendas entre hermanos. Porque hay un gran veneno siendo liberado en Mi Novia desde las bocas de Mi pueblo unos contra otros, y muchos han abandonado uno de Mis mayores mandamientos de amar a su prójimo como a sí mismos (Marcos 12:30-31). Mi pueblo, los estoy llamando a un nivel más alto lejos de la queja, lejos de la amargura, el rencor y la incredulidad. Los estoy llamando a vivir desde el lugar donde están sentados Conmigo (Efesios 2:6) y a conocerme en maneras más profundas que nunca. Conocer Mi corazón, conocer Mi amor, recibir Mi gracia y Mi paz y vivir en un lugar de regocijo y continuamente dando gracias» (1 Tesalonicenses 5:16-18).
«Les digo, muchos de ustedes están limitados y constreñidos por su propio quejido. Porque muchos claman a Mí y me piden que les revele lo que los ha limitado y estancado: Pueblo Mío, muchos están siendo limitados, estancados y constreñidos por su propio quejido. Les digo, HAGAN TODO sin quejarse y discutir. Les digo, que viene un sacudimiento que traerá un movimiento de Mi Espíritu, trayendo el temor del Señor como nunca antes lo han visto. Les digo, que estoy trayendo una revelación de Mi Majestad de maneras que no han sido vistas y estoy trayendo una mayor revelación de la Cruz y el precio que pagué por ustedes. Mi sangre derramada y Mi cuerpo quebrantado fueron más que suficientes y los estoy llevando a una mayor conciencia y revelación de todo lo que pagué por ustedes en el Calvario».
«Les digo, Pueblo Mío, que estoy aumentando Mi fuego entre Mi Iglesia; para refinarlos y purificarlos del quejido, las discusiones, el murmurar y las disputas. Aquellos que tienen ojos para ver y oídos para escuchar oirán, verán y percibirán el movimiento de Mi Espíritu y el fuego de Mi Espíritu para convencer y purificar a Mi pueblo del quejido. Les digo, Pueblo Mío, estoy trayendo una unidad más profunda dentro de Mi Iglesia, estoy uniendo a Mi pueblo, estoy exponiendo las áreas donde se están acogiendo, fomentando y alineando actitudes divisorias. Porque estoy levantando una Novia pura e inmaculada, una que conoce su autoridad y camina en amor y vive en asombro y maravilla de quién Yo Soy. No estoy levantando una Novia que viva en el derecho de quejarse, discutir y murmurar. Amo a Mi Iglesia y amo a Mi pueblo lo suficiente como para no dejarlos donde están. Estoy trayendo una gran convicción sobre estas cosas dentro de Mi Iglesia, ya que ha impedido que Mi Novia SE LEVANTE Y BRILLE como la he creado».
«Les digo, que muchos de ustedes están atrapados en la queja porque sus ojos han permanecido fijos en el reino terrenal. Han seguido meditando y magnificando las cosas de la tierra y las circunstancias del reino natural, preocupaciones y afanes. Les digo, profundicen en Mi corazón, profundicen en Mi Palabra, vengan más profundamente al lugar secreto. Porque al verme en Mi Majestad y quién Yo Soy, no habrá lugar para la queja. Los estoy llamando a profundizar, Pueblo Mío, a dejar sus agendas y sus «maneras» y «expectativas» de cómo me moveré, y los estoy llamando a profundizar, a venir y ministrarme y rendirse completamente a Mí y ver cómo me moveré. Estoy levantando un pueblo de fe audaz y valiente y los estoy llamando a festín con realidades celestiales (Colosenses 3:2) y a fijar sus mentes en las cosas de arriba. Libérense de la queja. Arrepiéntanse de la queja, y posiciónense en arrepentimiento para recibir la mayor revelación y encuentros que tengo para ustedes en esta temporada».
«Les digo, no usen su boca para quejarse, discutir y murmurar; porque todas esas palabras no traen vida a su medio, sino que son semillas que se siembran, son palabras de muerte y del reino natural del cual cosecharán. Los estoy llamando a un nivel más alto, Pueblo Mío. Donde ha habido queja en sus labios, reciban el carbón del trono (Isaías 6:6-7) para purificar lo que hablan. Pueblo Mío, estoy aumentando la convicción sobre sus labios de maneras mayores de las que aún no han conocido».
«Observen mientras crucifican la queja, observen mientras se arrepienten de la queja, de murmurar y discutir y usen sus bocas para dar gracias y alabar y hablar palabras de vida y Mi verdad – observen lo que haré. Observen cómo aquellos de ustedes que han estado estancados, limitados y constreñidos por sus propias quejas son liberados de este estancamiento, mientras se arrepienten de quejarse y los llevo más profundamente en la convicción y conciencia del poder de Mi Palabra y de dar gracias con sus labios y la revelación de vivir en el lugar ascendido Conmigo y cómo sus palabras crean» (Una palabra de Lana Vawser).
Santiago 4:11-13 NTV Amados hermanos, no hablen mal los unos de los otros. Si se critican y se juzgan entre ustedes, entonces critican y juzgan la ley de Dios. En cambio, les corresponde obedecer la ley, no hacer la función de jueces. Solo Dios, quien ha dado la ley, es el Juez. Solamente él tiene el poder para salvar o destruir. Entonces, ¿qué derecho tienes tú para juzgar a tu prójimo?
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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