Yo soy el buen pastor: el buen pastor su vida da por las ovejas. Juan 10:11
Qué consuelo tan profundo saber que Jesús no es solo un guía, sino el Buen Pastor que da su vida por nosotros. En un mundo lleno de incertidumbre, Su amor permanece constante y sacrificial. No somos una multitud más; somos Sus ovejas amadas, por quienes Él estuvo dispuesto a entregarlo todo. Hoy, descansa en Su cuidado, escucha Su voz y camina con confianza, sabiendo que estás en las manos del Pastor que jamás te abandonará. Descansa hoy no solo en sus amorosos brazos sino en el consuelo de esta palabra.
«Este es un tiempo en el que quiero que experimentes mi cuidado de una manera especial, dice el Señor. Yo soy tu buen pastor, el que te guía, te protege y te sustenta. No estás solo, no estás a la deriva. Mi vara y mi cayado te infunden aliento. Te llevaré a delicados pastos, te haré descansar junto a aguas de reposo.»
«Quizás en otros tiempos has sentido que caminabas sin rumbo, que nadie te guiaba ni te protegía. Pero hoy te digo: Yo estoy aquí. Mi cuidado sobre ti es perfecto, mi amor es constante, mi provisión es segura. No temas por lo que vendrá, porque Yo estoy delante de ti, allanando el camino y preparándolo todo para tu bienestar.»
“Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas” (Juan 10:11, RVR1960). Yo di mi vida por ti, y si entregué mi vida, ¿cómo no te daré también todo lo que necesitas? Descansa en Mí, deja que Yo lleve tus cargas y confía en que cada paso que das está bajo mi dirección.»
«Este es un tiempo para descansar en mi amor, para confiar en mi protección y para caminar con la seguridad de que nunca te dejaré. Yo soy tu pastor, y nada te faltará. Vive en esa certeza, porque estoy cuidando de ti en todo momento, dice el Señor.» (Una palabra de Luis y Mercedes Aquino – Ministerios Elías)
Ezequiel 34:11-12 Porque así dice el Señor Dios: He aquí, yo mismo buscaré mis ovejas y velaré por ellas. Como un pastor vela por su rebaño el día que está en medio de sus ovejas dispersas, así yo velaré por mis ovejas y las libraré de todos los lugares a donde fueron dispersadas un día nublado y sombrío.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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