David construyó allí un altar al Señor y ofreció holocaustos y sacrificios de comunión. Él invocó al Señor, y el Señor le respondió con fuego desde el cielo sobre el altar del holocausto. 1 Crónicas 21:26 (NVI)
En este tiempo crucial, el Señor nos llama a cada uno de nosotros a un acto de restauración profunda: reedificar el altar de adoración en nuestras vidas. Es tiempo de reconstruir con oración ferviente, rendición total y una búsqueda sincera de la presencia de Dios. Él anhela manifestarse a través de nuestras vidas, pero necesita un altar preparado donde pueda descender con todo su poder y gloria. Esta palabra es para aquellos que han estado diciendo: “Señor, ya no puedo quedarme aquí. Quema en mí todo lo que no se parezca a Ti. Quiero más de tu gloria. Más de tu fuego. Más de tu presencia. Consume en mí la apatía, la tibieza y el cansancio espiritual.» Que esta palabra de los esposos Aquino sea para nosotros un llamado a volver a Él con todo nuestro corazón, rindiendo nuestras vidas en adoración y obediencia absoluta.
El Señor dice:
«Este es un tiempo en el que llamo a Mi pueblo a reedificar el altar de adoración, dice el Señor. Muchos han dejado que su altar se derrumbe, que el fuego se apague, que la intimidad Conmigo se enfríe. Pero hoy te digo: vuelve a levantar tu altar. Vuelve a buscarme con pasión, vuelve a encender el fuego de la adoración genuina.»
«Así como Elías restauró el altar que estaba en ruinas antes de que descendiera mi fuego, así quiero que restaures tu tiempo Conmigo, tu entrega, tu devoción. Sin altar no hay fuego, sin adoración no hay presencia, sin entrega no hay gloria. Levanta nuevamente ese lugar sagrado en tu vida y verás cómo mi fuego desciende sobre ti.»
“Entonces Elías dijo a todo el pueblo: Acérquense a mí. Y todo el pueblo se le acercó. Y él arregló el altar del Señor que estaba derribado” (1 Reyes 18:30, NVI). «Es tiempo de volver a Mí con todo tu corazón, de rendir tu vida en alabanza y obediencia, de hacerme el centro de todo.»
«No permitas que el altar siga en ruinas. Es tiempo de reconstruirlo con oración, con entrega, con búsqueda sincera. Yo quiero manifestarme a través de tu vida, pero necesito un altar donde descender. Levanta el altar, conságralo para Mí, y verás cómo mi gloria se derrama sobre ti, dice el Señor.» (Luis y Mercedes Aquino – Ministerios Elías)
Hageo 1:7-9 NVI Así dice el Señor de los Ejércitos: «¡Reflexionen sobre su proceder! Vayan ustedes al monte, traigan madera y reconstruyan mi casa. Yo veré su reconstrucción con gusto, y manifestaré mi gloria —dice el Señor. Ustedes esperan mucho, pero cosechan poco; lo que almacenan en su casa, yo lo disipo de un soplo. ¿Por qué? ¡Porque mi casa está en ruinas, mientras ustedes solo se ocupan de la suya!», afirma el Señor de los Ejércitos.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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