Pero otros son como lo sembrado en buen terreno: oyen la palabra, la aceptan y producen una cosecha que rinde treinta, sesenta y hasta cien veces más. Marcos 4:21 NVI
Cada revelación del Espíritu Santo —ya sea que venga a través de tu tiempo personal leyendo la Palabra de Dios, la revelación de otra persona, circunstancias personales u otras fuentes externas— es como una semilla que es plantada en el suelo de tu vida por el Espíritu Santo. Esa semilla tiene dentro de sí todo lo que necesita para convertirse en todo lo que Dios quiere que sea, sin necesidad de influencias externas. Pero Dios hace que espere hasta que se cumplan ciertas condiciones específicas en el terreno de tu vida antes de que brote.
Muchos de ustedes están tratando de hacer crecer la semilla, aunque las condiciones de su corazón no están en el lugar correcto para que esa semilla no solo brote y crezca, sino que florezca como Dios quiere que lo haga.
El Señor dice: «No te concentres en hacer crecer la semilla, sino en permitir que el Espíritu Santo ajuste la fertilidad del terreno de tu corazón. Cuando Él prepare el terreno de tu corazón para recibir la semilla, esta crecerá con un crecimiento que se manifestará desde la vida de Dios, tal como Él dijo que lo haría.»
Muchos de nosotros creemos que debemos ayudar de alguna forma a que eso suceda, pero lo único que realmente se requiere de nosotros es nuestra obediencia al sonido de Su voz. Todo lo demás requiere Su presencia, Su poder y Su intervención personal para que se cumpla. ¡Si Dios lo dijo, entonces se requiere de Él para que suceda! No necesitas hacer que suceda, ni forzarlo (porque realmente no puedes hacerlo), Dios hará que se manifieste cuando las condiciones de tu corazón hayan cumplido con el criterio sobrenatural que Él está buscando, para que se manifieste en el tiempo señalado.
Oseas 10:12 NTV Yo dije: “Planten buenas semillas de justicia, y levantarán una cosecha de amor. Aren la dura tierra de sus corazones, porque ahora es tiempo de buscar al Señor para que él venga y haga llover justicia sobre ustedes”.
El terreno no cultivado de nuestros corazones es casi siempre el problema. Así que el Espíritu Santo comienza a trabajar en el terreno de nuestro corazón (el jardín de Dios en cultivo), y arranca todo aquello que se oponga a que la semilla brote, madure y dé fruto en tu vida.
Mateo 5:8 NTV Dios bendice a los que tienen corazón puro, porque ellos verán a Dios.
ESTO ES UN PROCESO
No te rindas porque parece que no está ocurriendo lo suficientemente rápido, porque cosecharás si no desmayas. Muchos de nosotros abandonamos el proceso antes de que el trabajo haya sido completado en nosotros, porque creemos las mentiras del enemigo que dice: “¡NUNCA VA A SUCEDER!» “¡LO ARRUINASTE DEMASIADAS VECES!» “¡DIOS YA SE RINDIÓ CONTIGO!” Pero ninguna de esas mentiras es verdad. Tú puedes rendirte contigo mismo, pero DIOS NUNCA SE RENDIRÁ CONTIGO Él vela (¡aún ahora!) sobre Su Palabra para cumplirla en ti, sobre ti y para ti; ¡NO VOLVERA VACIA! (Una palabra de Daniel Pontious)
Isaías 55:10-11 NTV La lluvia y la nieve descienden de los cielos y quedan en el suelo para regar la tierra. Hacen crecer el grano, y producen semillas para el agricultor y pan para el hambriento. Lo mismo sucede con mi palabra. La envío y siempre produce fruto; logrará todo lo que yo quiero, y prosperará en todos los lugares donde yo la envíe.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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