De hecho, sin fe es imposible agradar a Dios. Todo el que desee acercarse a Dios debe creer que él existe y que él recompensa a los que lo buscan con sinceridad. Hebreos 11:6 NTV
Tengo una palabra de aliento para los pioneros. En las últimas semanas, he escuchado repetidamente esta frase: «ESTAMOS EN UN UMBRAL DE FE» ¿Qué es un umbral? Un umbral se define como: el punto de entrada o comienzo de algo nuevo. Entonces, ¿qué es un umbral de fe? Un umbral de fe es ese lugar al que llegas cuando ya no puedes seguir operando ni viviendo dentro de los límites de tus antiguas limitaciones. Dios te está guiando hacia un gran avance en esa área para ensancharte y prepararte para lo que viene.
Los umbrales de fe al principio se sienten como presión. Se sienten emocionalmente desafiantes. Sientes que el enemigo está librando batallas en tu mente. Incluso puede sentirse como una montaña rusa emocional, con altibajos en tu alma, mientras Dios saca a la superficie cosas valiosas para liberarte y aligerarte. ¿Por qué? Porque Dios te está llamando más alto, y el enemigo está intentando mantenerte abajo. Dios te está llamando a volar como un águila, mientras que el enemigo quiere mantenerte en el suelo con los pavos.
En este llamado avanzas de gloria en gloria con Dios (2 Corintios 3:18). Él siempre te lleva a niveles mayores de verdad sobre quién eres y sobre tu llamado como hijo o hija, como líder, como padre o madre espiritual. Siempre hay dimensiones más profundas de capacidad, unción, carácter y fruto en las que estás destinado a caminar. Pasas por umbrales de fe no porque algo esté mal o porque todo se esté desmoronando, sino porque le has pedido más a Dios. Esa presión es, precisamente, lo que has estado pidiendo en oración. Pero muchas veces lo olvidamos: antes del avance, Dios actualiza tu sistema operativo interno. Si Él te lleva al avance sin transformación, terminarás colapsando.
El problema es que, en esta cultura cristiana consumista que hemos heredado, queremos que cambien nuestras circunstancias, pero muchas veces resistimos la transformación interna que se requiere.
- Evitamos la liberación.
- Evitamos la sanidad.
- Evitamos la convicción.
- Evitamos el fuego refinador.
- Queremos las bendiciones sin el fuego.
- Queremos la promesa sin la poda.
Pero no funciona así. Ahora mismo, el Señor está tratando de elevarte, pero ha habido una batalla. Ha habido tensión. Y hay momentos en los que todo a tu alrededor parece estar en ruinas. Las promesas no se han cumplido y sientes que Dios no respondió. Ahí es donde está la lucha, porque parece demasiado tarde, como si ya fuera la última hora, y te preguntas: ¿cómo puedo confiar en Dios otra vez si la última promesa no se cumplió?
Hebreos 11:11 Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido.
El avance de Sara parecía imposible. Ella ya había pasado el tiempo de dar fruto. Pero Dios estaba obrando internamente. Ella tuvo que enfocar su mirada en Su capacidad, no en la suya. Tuvo que dejar de esforzarse y simplemente confiar en el poder milagroso de Dios. Ahí es cuando sabes que estás en un umbral: cuando te sientes estéril. Cuando sientes que nada está funcionando. Y, sin embargo, Dios te está pidiendo que vuelvas a creer. Que vuelvas a soñar. Que des un paso hacia algo para lo cual ni siquiera sientes tener fe todavía. Él no te está pidiendo una fe perfecta. Él te está pidiendo un sí.
Mateo 17:20 NTV —Ustedes no tienen la fe suficiente —les dijo Jesús—. Les digo la verdad, si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a esta montaña: “Muévete de aquí hasta allá”, y la montaña se movería. Nada sería imposible.
Los umbrales muchas veces se sienten como el lugar más roto, más vulnerable y más descalificado en el que jamás has estado. Y justamente ahí es donde Dios elige ensancharte.
No cuando todo está en orden. No cuando te sientes fuerte. Es cuando te sientes vacío, indigno y sin preparación, que Él te llama hacia lo nuevo.
Mientras oraba por esto, seguía escuchando la palabra «Jordán», y supe instantáneamente lo que el Señor me estaba mostrando. En la Biblia, el río Jordán representa umbrales de llamado, identidad y avance.
Josué 3:17 – Los israelitas cruzaron el Jordán hacia la Tierra Prometida.
2 Reyes 2:8 – Elías golpeó el Jordán antes de ser llevado al cielo.
2 Reyes 2:14 – Eliseo cruzó de regreso con una doble porción.
Mateo 3:13 – Jesús fue bautizado en el Jordán y luego llevado al desierto.
Génesis 32:22 – Jacob cruzó el arroyo de Jaboc (conectado al Jordán), dejando atrás su antigua identidad y vida.
Creo que estás en el Jordán ahora mismo, con tu pie a punto de dar el paso. ¡Oh, no! ¿Aguas más profundas? Es aterrador. ¿Y si no sabes nadar? ¿Y si tropiezas? Eso es lo que sientes en este momento. Lo he sentido en mi propia vida, donde Dios me está estirando y sé que es para mi beneficio. Pero en lo natural, parece guerra, ataques mentales, agotamiento, robos, fracasos, puertas cerradas, confusión, y sentirte fuera de tu profundidad. ¿Por qué? Porque Dios te está mostrando los lugares en los que pusiste tu confianza, tu identidad, y está revelando dónde dependías de tu esfuerzo, tu talento, y tu propia fuerza. Esas cosas ya no pueden sostenerte.
Al mismo tiempo, el enemigo está tratando de desanimarte, de hacerte rendirte justo en el umbral. Él quiere que te rompas justo antes del rompimiento. Pero Dios te está preguntando: ¿Confiarás en Mí en este momento? ¿Creerás aunque no parezca que está funcionando? Hace unos meses, yo estaba exactamente en ese lugar, rodeado de dudas y presión. Y escuché al Señor susurrar: “La única forma de sobrevivir esta temporada es quedarte a Mis pies. Quédate en Mi presencia.” Esa es la clave para cruzar el umbral. No es el conocimiento. No son las conexiones. No es el esfuerzo. Es la rendición.
Así que profetizo esto sobre ti ahora: Así como Caleb y Josué permanecieron en la tienda y salieron con un espíritu diferente, así también tú Cruzarás el umbral con nuevos ojos, nuevos oídos y un nuevo corazón. Incluso ahora, Dios está desinstalando tu viejo sistema operativo.
Él está cortando el dolor y el oprobio de tu pasado. “Hoy he quitado de ustedes el oprobio de Egipto.” – Josué 5:9 La vergüenza, el fracaso, las etiquetas falsas, están siendo arrancadas.
Estás siendo comisionado nuevamente. Este umbral de fe es el rompimiento por el que has estado orando, ¡y es tiempo de cruzarlo en el nombre de Jesús! (Una palabra de Nate Johnston)
Hebreos 11:32-34 ¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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