Porque yo conozco los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. Entonces ustedes me invocarán, vendrán a suplicarme y yo los escucharé. Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón. Me dejaré encontrar —afirma el Señor—, y los haré volver del cautiverio. Jeremías 29:11-14
El Señor está reformando nuestros deseos para que pueda surgir una nueva esperanza. Desde la esperanza. Somos muchos los que queremos superar algo o llegar a algo, pero para lograrlo hay que dar un paso a la vez. No tenemos que intentar correr hacia el futuro, sino que podemos centrarnos en dar el primer paso y declarar: «¡Lo lograré!».
Ahora es importante soltar el pasado y el odre viejo, (Marcos 2:22) y abrazar la dinámica futura que Dios nos ha preparado. Cambiemos nuestra perspectiva del presente al futuro y comencemos a ver y percibir las cosas que Dios tiene preparadas para nosotros: nuevas conexiones, nuevos comienzos y nuevas oportunidades, están listas para recibir todo lo que ha sido depositado en nosotros. Sin embargo, ciertas cosas deben terminar y ciertas puertas deben cerrarse para que puedan surgir los nuevos comienzos.
El Señor dice: “Mis amados, ha habido muchos altibajos en estos últimos meses, ya que ha sido un tiempo de despojo. Ha sido un tiempo de apartar lo viejo y lo que se ha vuelto una carga. Es porque los amo y me preocupo por ustedes que he traído estas cosas a la luz. Permítanme cerrar lo que ya no da vida. Porque al soltar lo viejo se hace espacio para lo nuevo. Este es un ritmo natural de la vida. Estar vivo es crecer, expandirse y crear. Esto significa que la vida está llena de aperturas y cierres. Aunque el cierre puede ser difícil, doloroso a veces, señala crecimiento y germinación. No te desanimes en estos días de cierre. Sé agradecido por todo lo que se ha logrado, celebra lo que ha sido bueno y hermoso, y luego fija tus ojos en mí con anticipación”. (Global Prophetic Alliance)
DIA 3
Lee hoy Isaías 43 y Filipenses 3- Ahora es el tiempo de cosechar las recompensas de tu fe y firmeza. Avanza con determinación inquebrantable. No te quedes en las sombras del ayer ni te detengas en lo que podría haber sido. Un camino nuevo, rico en propósito y rebosante de promesas, se extiende ante ti. La espera, el anhelo, la prueba no han sido en vano. Te han formado, te han moldeado, te han preparado para este preciso momento. El Señor guiará cada uno de tus pasos. No permitas que tu pasado defina tu futuro; No permitas que el recuerdo de un ayer malo arruine un hoy potencialmente bueno o sabotee un mañana impresionante. Solo se obediente a lo que Dios te ha llamado a hacer. Permite que Dios sane tu corazón, perdona a quienes te hicieron daño, y enfócate en los planes de Dios para tu futuro. Como un acto profético de aceptar un tiempo de cierre y hacer espacio para lo nuevo, dedica tiempo a ordenar el espacio en el que vives. Quizás haya ropa que puedas regalar, pertenencias que organizar, o una habitación que necesite ser ordenada. Sea como sea, tómate un tiempo para despejar tu espacio físico en preparación para lo nuevo.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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