Pues aunque andamos en la carne, no luchamos según la carne; porque las armas de nuestra contienda no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas. 2 Corintios 10:3-4
Amado/a hijo/a: Estás entrando a un tiempo de confrontaciones. Debes recordar que no te llamé a vivir en medio de un jardín de rosas, sino que te llamé a vivir en medio de una batalla espiritual. Pero recuerda que Yo no te he dado un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. Te vas a enfrentar a enemigos poderosos, mucho más poderosos que tú, son poderes de las tinieblas, principados, potestades y huestes espirituales de maldad, que gobiernan las mentes y las voluntades humanas. Por lo tanto, toma toda la armadura de Dios, para que puedas resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firme.
Tus enemigos son espíritus de perversión, de avaricia, de destrucción, de confusión, espíritus de muerte, de asesinato, de inmoralidad, de engaño, de mentira, de fraude y robo. Son espíritus de corrupción que manejan la economía, el gobierno y los sistemas de comunicación y de pensamiento en todas las esferas de la sociedad humana. Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernantes de las tinieblas de este mundo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Sin embargo, a pesar del poder de estas huestes demoníacas que controlan el mundo espiritual y, a través de los hombres, el mundo natural, Yo Soy más poderoso que todos ellos unidos. Recuerda que Yo he vencido al mundo.
Tengo todo el poder y toda la autoridad en los cielos y en la tierra. Yo vencí en la cruz a todos estos poderes de las tinieblas. Además en mi fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles. Por eso debes depender de Mi poder, fortalecerte en el poder de Mi fuerza, para que juntos venzamos en esta batalla, esta guerra espiritual que se ha desatado.
El objetivo de esta batalla es por la mente y la vida de las personas. El diablo y sus demonios quieren matar a tantos seres humanos como les sea posible y enviarlos junto con ellos al infierno. Pero Yo vine para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Mis planes son salvar a toda la humanidad, tantos como sea posible. Yo proveeré todos los recursos que necesites para llevar a cabo mis planes. Recuerda que nuestras armas no son humanas, no son carnales, pero son poderosas. Debes armarte con las armas espirituales que están disponibles para ti. No se te olvide que toda buena dádiva y todo don perfecto descienden de lo alto, del Padre de las luces.
No le temas a la confrontación, porque de antemano te garantizo que ya eres un vencedor, ya la victoria está asegurada, porque Yo ya vencí. Sin embargo, recuerda que el enemigo tratará de detenerte, de impedir que avances y que el reino sea proclamado y establecido. Pero Yo Soy el Dios de toda gracia, que te llamé a mi gloria eterna en Jesucristo, Y Yo después de haberte salvado, te perfeccionaré, te consagraré, y te fortaleceré, declara el Señor. (Luis y Mercedes de Aquino – Directores de Ministerios Elías)
Lucas 22:31-32 Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido zarandearlos a ustedes como si fueran trigo. Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos.
2 Timoteo 4:18 El Señor me librará de todo mal y me preservará para su reino celestial. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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