Recupera tu rugido

Después llega el rugido del trueno, la tremenda voz de su majestad; él no la retiene cuando habla. La voz de Dios es gloriosa en el trueno. Ni siquiera podemos imaginar la grandeza de su poder. Job 37:4-5

Hace varios años, después de un período muy difícil en mi vida, estaba constantemente orando: «Dios, quiero escuchar tu voz.» Un día, tan pronto como dije esto, claramente escuché a Dios responderme: «Craig, quiero escuchar tu voz de nuevo.» No lo había notado, pero con el tiempo, el cansancio, el desánimo y la oposición me habían silenciado. Me había vuelto aislado y retraído. Dios me llamaba a DESMUTEARME, y empezar a hablar lo que Él había puesto dentro de mí. Necesitaba recuperar mi rugido.

En 1 Samuel 17, se nos dice que cuando David mató a Goliat, el pueblo de Israel levantó sus voces y gritó: «Entonces los hombres de Israel y Judá avanzaron con un grito y persiguieron a los filisteos…» (v. 52) Durante 40 días, el pueblo de Dios había sido silenciado por los gritos del enemigo Goliat: sus mentiras, amenazas e intimidación. El miedo los había llevado a amordazar sus bocas para no llamar la atención sobre ellos mismos. Pero cuando David ganó la victoria en su nombre, levantaron sus voces una vez más. Su silencio fue roto. Se les soltaron las lenguas. Dejaron escapar un rugido.

Una chica que conozco una vez me dijo que, de niña, siempre había sido etiquetada por su madre como «tímida». Desde entonces había adoptado esta identidad y durante muchos años se escondió de los demás, nunca expresó una opinión y rara vez era notada. Sin embargo, un día su Padre Celestial le dio una revelación a través de una poderosa palabra profética de que ella no era tímida. Ella era segura, audaz, intrépida y feroz. Esta palabra rompió las mentiras del enemigo que había estado viviendo durante muchos años. Ahora es una gran líder, oradora e influencer entre sus compañeros. Ella encontró su voz.

Me pregunto si has llegado a creer las mentiras que se han dicho sobre ti. ¿Has permitido que otros te definan en lugar de vivir y expresar completamente la persona única que Dios te hizo ser? ¿Te han silenciado o apagado algo que ocurrió en tu pasado? Tal vez te comparas con los demás y piensas que cualquier cosa que ellos digan es mucho más importante o interesante que lo que podrías expresar tú.

En los últimos años, muchas voces han sido amordazadas, canceladas y silenciadas. Y quizás algunos se han vuelto tímidos cansados de la batalla, y han optado por una vida segura y tranquila. Dios te está llamando a salir de tu escondite. Quítate la mordaza. Libérate del encierro. Entra en tu espacio. Expresa todo lo que Él ha puesto dentro de ti. ¡Recupera tu rugido! Estás del lado victorioso. La batalla está ganada. El enemigo está derrotado, y por lo tanto Él quiere que sueltes un GRITO.

Quizás hoy necesitas encontrar un lugar y dejar escapar: Un grito de victoria. Un grito de batalla. Un grito de desafío. Un grito de audacia. Un grito de alabanza. Un grito de libertad. A veces hago esto en mi coche cuando estoy conduciendo. ¡Se siente tan bien! Inténtalo. Hará que el enemigo sepa que ya no serás silenciado. El León de Judá vive dentro de ti. ES TIEMPO DE RECUPERAR TU RUGIDO. (Una palabra de Craig Cooney)

PONLE ACCIÓN A TU FE

Lee hoy 1 Samuel 17:51-52, 2 Timoteo 1:7, Amós 3.8 – Reconoce las mentiras y reemplázalas con la verdad de Dios. Examina si has creído en mentiras sobre ti mismo/a (como «no soy lo suficientemente bueno/a» o «mi voz no importa»). Luego, declara la verdad de Dios sobre ti. Declara: Dios me ha dado un espíritu de valentía. Mi voz es importante y tiene poder. Abre tu boca en oración y adoración La guerra espiritual se gana con la palabra hablada. Ora en voz alta, alaba a Dios y profetiza sobre tu vida.

Con amor y oraciones,

Magie de Cano