Estás en una temporada de recuperación

…Recuperarás todo. 1 Samuel 30:8

Recientemente, tuve una visión donde vi una puerta frente a mí. Esta puerta parecía estar cerrada con llave, y noté que tenía algún tipo de cronómetro en ella. Instantáneamente reconocí que esta puerta había estado cerrada por un período de tiempo. Me sentí frustrado porque no podía entrar, ya que había permanecido cerrada por mucho tiempo. Entonces, miré mi mano, y allí estaba una llave. De repente, escuché las palabras: «Intenta abrir la puerta ahora. Intenta abrir la puerta ahora.» Al girar la llave en la cerradura, se abrió sin esfuerzo. Inmediatamente, en la visión, fui llevado a una escena de mi propia vida, donde sentía que había estado «dando coces contra el aguijón» (Hechos 26:14), enfrentando áreas de resistencia, clamando: «Dios, ¿por qué esto no está funcionando? ¿Por qué no está sucediendo como pensé que lo haría?»

Me di cuenta de que había un tiempo para esto. Y creo que, en muchos de nuestros caminos con el Señor, nos sentimos como «Dios, me guiaste por este camino, ¿por qué parece que no funcionó?» ¿Alguna vez has pasado por temporadas donde Dios te guio a hacer algo, pero pareció desmoronarse? ¿Y te quedaste preguntándote: «Señor, ¿qué está pasando? Me trajiste por este camino, ¿pero terminó en naufragio?»

Creo que ahora mismo hay muchos que sienten el peso de la esperanza diferida (Proverbios 13:12). Algunos incluso se sienten abandonados, pensando: «Dios, realmente pensé que te estaba escuchando, pero terminé en naufragio.» Sé que me he sentido así en muchas temporadas de mi viaje pionero con el Señor. Es como si Dios te llevara a la puerta, pero cuando intentaste entrar, la llave no funcionó. En este momento, siento que el Señor está liberando capas de sanidad sobre áreas de profunda decepción, donde la gente ha sentido: «No funcionó». Tal vez fue en los negocios, el ministerio, la familia, tal vez has experimentado una pérdida profunda y un robo.

UNA TEMPORADA DE RECUPERACIÓN – PARA TI Y PARA LAS NACIONES

En las últimas semanas, el Señor ha estado hablando con tanta claridad: «Mi pueblo está en una temporada de recuperación.» Pero esto no se trata solo de individuos, ¡se trata de naciones!” Con toda la sacudida que estamos presenciando globalmente, en América, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, el Reino Unido, la UE y más allá, hay una guerra en el espíritu. Vemos la sacudida, la batalla, el caos, pero Dios está soplando nueva vida. Está levantando a las personas influyentes, a ti y a mí, en cada esfera para traer orden divino a las naciones y ciudades. Pero esto también está sucediendo a nivel personal. Muchos han atravesado intensas batallas y temporadas en el desierto, sintiendo como «Dios, me guiaste a esto, pero todo lo que veo son pruebas.»

Recuerda que «Jesús, lleno del Espíritu Santo, fue llevado por el Espíritu al desierto» (Lucas 4:1). El desierto no fue un error, fue preparación. ¿Y si el desierto en realidad es la ruta más segura? El enemigo te ha estado siguiendo de cerca, intentando asesinar tu destino en una de las temporadas más poderosas y potentes de tu vida. El desierto suele ser el camino más seguro porque, aunque viene con pruebas, pérdidas e incluso momentos de naufragio, es donde Dios te perfecciona. Ha habido muchas pérdidas, mucho quebrantamiento, y sí, incluso traumas, pero ¿y si esta temporada en realidad te ha estado preparando para algo mayor? Lucas 4:14 “Jesús regresó a Galilea en el poder del Espíritu y se extendió su fama por toda aquella región.” ¿Y si tu temporada en el desierto te ha estado preparando para una nueva y fresca llenura del Espíritu Santo?

RECUPERA TODO – ¡ESTA ES TU TEMPORADA DE RECUPERACIÓN!

El Señor declara: «¡Mi pueblo está en una temporada de recuperación!» Sentí tan fuertemente que necesitaba profetizarte esto: ¡Estás en una temporada de recuperación!

1 Samuel 30:8 NTV Y David le preguntó al Señor: —¿Debo perseguir a esta banda de saqueadores? ¿Los atraparé? Y el Señor le dijo: —Sí, persíguelos. Recuperarás todo lo que te han quitado.

Creo que esta es una temporada de recuperación divina. No solo saldrás del desierto rejuvenecido en espíritu, misión y propósito, sino que todo lo que ha sido robado y saqueado está siendo restaurado. Una imagen profética más que veo es la de Juan el Bautista. Fue llamado al desierto, un lugar de preparación. Su alimento eran langostas (Mateo 3:4), que típicamente se consideran devoradoras (Joel 2:25), sin embargo, para Juan, se convirtieron en sustento. Creo que esto es profético para nosotros, los mismos lugares donde el enemigo ha intentado devorarte se convertirán en tu sustento. Los gigantes se convertirán en tu pan (Números 14:9). ¡Lo que el enemigo usó contra ti se convertirá en un arma en tus manos!

Permíteme profetizarte esto:

¡Estás en tu temporada de recuperación! Todo lo que el enemigo ha intentado matar, robar y destruir (Juan 10:10), Dios ahora te está mandando a recuperarlo. El Señor está liberando un viento fresco sobre ti. Él está derramando su Espíritu de una manera nueva y poderosa. Esos lugares de esperanza diferida están volviendo a la vida. Experimentarás el regreso del Espíritu Santo y una nueva llenura en el poderoso nombre de Jesús. Amén! (Una palabra de Nate Johnston)

1 Samuel 30:18-19 David recuperó todo lo que los amalecitas habían tomado, también rescató a sus dos mujeres. Nada de lo que era de ellos les faltó, pequeño o grande, hijos o hijas, botín o cualquier cosa que habían tomado para sí; David lo recuperó todo.

Con amor y oraciones,

Magie de Cano