La resurrección más allá de la cruz

¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo, para que tengamos una esperanza viva. 1 Pedro 1:3

El 2025 ha marcado una temporada de rendición más profunda y búsqueda sagrada, una invitación a cruzar hacia la vida de resurrección. Así como Abraham creyó que Isaac podía ser resucitado de entre los muertos (Hebreos 11:19), Elías se extendió sobre el cuerpo sin vida de un niño y lo llamó de vuelta a la vida (1 Reyes 17:21–22), Jesús resucitó a Lázaro del sepulcro después de cuatro días (Juan 11:43–44), y, finalmente, Jesús mismo resucitó de entre los muertos, convirtiéndose en el Primogénito entre muchos hermanos (Romanos 8:29), así también se nos invita a caminar en esta dimensión eterna de resurrección. Él no solo es nuestro Salvador que murió, sino nuestro Apóstol y Gran Sumo Sacerdote que vive para siempre, sosteniendo las llaves de la muerte y del infierno, y mediando el poder de resurrección para aquellos que creerán.

Este mes, el velo se está levantando por la fe. Hay un movimiento santo para entrar en el reino donde ahora habita Cristo resucitado—un reino más allá de la muerte, más allá del esfuerzo—hacia el descanso, el poder y la alegría radiante. Los costos de ser sepultados con Él a través del bautismo en la muerte rendirán resultados asombrosos cuando crucemos el umbral hacia la nueva vida. Pero Jesús vive en este espacio, y nos está llamando a un nivel más alto.

Romanos 6:4 NVI Por tanto, mediante el bautismo fuimos sepultados con él en su muerte. De modo que, así como Cristo resucitó por el glorioso poder del Padre, también nosotros andemos en una vida nueva.

Colosenses 2:12–13 NVI Ustedes la recibieron al ser sepultados con él en el bautismo. En él también fueron resucitados mediante la fe en el poder de Dios, quien lo resucitó de entre los muertos. Antes de recibir esa circuncisión, ustedes estaban muertos en sus transgresiones. Sin embargo, Dios nos dio vida en unión con Cristo, al perdonarnos todos los pecados

En este artículo, compartiré mis propias experiencias e ideas, no como alguien que ha llegado, sino como alguien que busca un mejor testimonio. ¡Que la misericordia de Dios te lleve más allá de la tumba, y que su vida de resurrección inunde cada cámara oculta de tu corazón y fluya de ti!

EL CLAMOR QUE CAMBIÓ TODO

En un momento reciente de rendición ante el Señor, sintiéndome cansada y habiendo expuesto mi alma en el altar… tuve que rendirlo todo una y otra vez, o al menos así lo sentía. Le pedí al Señor que sanara mi cuerpo y clamé desde lo profundo de mi corazón para que todo enemigo fuera puesto bajo sus pies. Clamé por su voluntad, no la mía. Solo Él importa realmente, ni siquiera las peticiones, sino el testimonio de conocerlo a Él. Entonces vinieron las palabras: “Él ha resucitado. Él ha resucitado, en verdad.” No como una tradición, sino como un impulso del Espíritu; comenzaron a resonar en mis oídos y en mi corazón. El Espíritu Santo las puso en mi boca, y se convirtieron en una chispa—una que interrumpió, cambió y alineó mi perspectiva.

Ya no eran solo versículos. Eran una invitación: Sal de la tumba. Entra en la vida de resurrección. Así que oré: “Señor, ten misericordia. Que tu gracia abunde. Haz que caminemos en tu poder de resurrección. Nos rendimos. Lo anhelamos. Dejamos todo yugo pesado y tomamos el tuyo, porque es fácil y ligero.”

UN PLAN PARA LOS MESES QUE VIENEN

Mientras permanecía en ese momento, recordé una palabra profética que recibí en febrero sobre el ritmo de las temporadas mensuales. ABRIL fue declarado como una “temporada de afecto,” un tiempo en que el corazón del Padre se revela con ternura, un tiempo de profunda revelación del Cordero, y un desbloqueo profético de la vida de resurrección.

Esta palabra no es solo para ABRIL; marca el tono de lo que está por venir. Dios nos está moviendo de la supervivencia a la prosperidad del Reino. Cada mes lleva un ritmo profético, y esta temporada es crucial para alinear nuestros corazones y oraciones con lo que Él está haciendo. Únete a nosotros en oración dentro de estas líneas proféticas. Intercede por alineamiento, vida de resurrección, afecto divino y el aceite fresco de la intimidad. Caminemos juntos en Sus propósitos y Su gloria. Que ABRIL sea un reinicio santo. Que esté marcado por lágrimas de gozo, actos valientes de obediencia, el sonido de la celebración, y una postura de preparación para la resurrección. Que llevemos el asombro de la tumba vacía a cada lugar, liberando el perfume de la vida resucitada dondequiera que vayamos.

ALINEAMIENTO PROFETICO – LA TEMPORADA DE AFECTO DE ABRIL

Como confirmación, recientemente supe a través de Dutch Sheets en la Cumbre de Sanidad el pasado 4 de abril, que este mes también es el mes bíblico de Nisán—el mes de los milagros. Según la comprensión hebrea, Nisán es el primer mes del calendario sagrado o espiritual, un tiempo de liberación, redención y avance sobrenatural. También se conoce como el mes de la renovación y los nuevos comienzos, el inicio de la primavera, y el mes conectado con el habla. Es tiempo de reparar nuestras palabras, alinear nuestra boca con el cielo y hablar vida, no limitación.

Este mes lleva un peso y una importancia profética. Es cuando Israel fue sacado de Egipto. Es cuando Jesús salió del sepulcro. Es cuando Dios redefinió la historia con milagros. Y es un mes para salir de la esclavitud y entrar en las promesas. La resurrección no es solo un acontecimiento que recordamos, sino una persona con la que nos encontramos a diario. Aquel que venció a la muerte camina entre nosotros ahora, preparando las mechas, vertiendo el aceite y encendiendo las lámparas de quienes están dispuestos a arder. Dios es fiel a Su Palabra. (Una palabra dé Will Meier)

Romanos 7:4 NVI Así mismo, hermanos míos, ustedes murieron a la Ley mediante el cuerpo crucificado de Cristo, a fin de pertenecer al que fue levantado de entre los muertos. De este modo daremos fruto para Dios.

Con amor y oraciones,

Magie de Cano