Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me ocultará en lo reservado de su morada; sobre una roca me pondrá en alto. Salmos 27:5
Hay momentos en la vida en los que todo parece detenido: puertas que se cierran, caminos que se desvían, planes que se interrumpen. En medio de esa aparente inactividad, podemos sentirnos olvidados, ignorados o incluso castigados. Pero lo que muchas veces interpretamos como un retraso, en realidad es una intervención divina. Dios, en su infinita sabiduría, nos guarda, nos aparta y nos prepara. Él no te ha olvidado… te ha protegido.
Esta palabra es un recordatorio de que tu proceso no ha sido en vano. Dios ha estado trabajando en lo oculto, preservando tu propósito, fortaleciendo tu carácter y protegiéndote del enemigo. Ahora, el tiempo del ocultamiento está terminando. Se acerca el cumplimiento. ¡Prepárate, porque lo que viene!
Salmos 31:19-20 NTV Qué grande es la bondad que has reservado para los que te temen. La derramas en abundancia sobre los que acuden a ti en busca de protección, y los bendices ante la mirada del mundo. Los escondes en el refugio de tu presencia, a salvo de los que conspiran contra ellos. Los proteges en tu presencia, los alejas de las lenguas acusadoras.
LOS VIENTOS ESTAN CAMBIANDO
Dios interceptó tus pasos para preservar tu destino. ¿Esa redirección repentina? ¿Esa puerta dolorosamente cerrada? ¿Esa pausa inesperada? Fue una estrategia del Cielo para sacarte de una colisión que ni siquiera sabías que venía. Pensaste que estabas siendo olvidado. Pensaste que tus oraciones estaban siendo ignoradas. Pero lo que realmente ocurrió fue que Dios intervino para reescribir el final que el enemigo estaba planeando para ti.
Mientras otros avanzaban, Dios te escondía. Mientras otros celebraban, Dios te consagraba. Permitió la soledad para proteger la unción sobre tu vida. Te despojó, no para dejarte vacío, sino para llenarte de propósito, poder y claridad. Y ahora, los vientos están cambiando.
Declaro con osadía profética: La temporada de dolor ha cumplido su propósito. El capítulo de pérdida se ha cerrado. La noche ha pasado, y un amanecer divino está irrumpiendo sobre tu vida. Cada área que se sintió olvidada está a punto de ser tocada por el fuego del Cielo. No vas a salir igual—vas a salir promovido, elevado e irreconocible para aquellos que intentaron mantenerte atado.
Tu próximo nivel va a sorprender a todo escéptico. Dios está a punto de colocarte en lugares que tu trasfondo, tu educación e incluso tu cuenta bancaria no pueden explicar. Te sentarás en salas que fueron construidas sin tener tu nombre en mente, pero ahora no podrán avanzar sin ti. El aceite sobre tu vida está atrayendo puertas que ningún hombre puede cerrar. Fuiste preservado para algo mayor. Fuiste escondido para causar impacto. Y ahora, el que estaba oculto está a punto de ser revelado.
Lo que viene tiene las huellas del Cielo por todas partes. Ningún demonio puede bloquearlo. Ninguna persona puede negarlo. Ninguna mentira puede detenerlo. Tu vida está a punto de testificar que solo Dios pudo haber hecho esto. Prepárate para caminar en favor imparable, gloria innegable y una elevación sin precedentes. Esto no es una recuperación—es una resurrección. El anuncio ya fue hecho en el Cielo: Tú eres el próximo. (Una palabra de Richard Elías James)
Salmos 30:4-5 ¡Canten al Señor, ustedes los justos! Alaben su santo nombre. Pues su ira dura solo un instante, ¡pero su favor perdura toda una vida! El llanto podrá durar toda la noche, pero con la mañana llega la alegría.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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