“Levántate, sacúdete el polvo, siéntate en el trono, Jerusalén; suéltate de las cadenas de tu cuello, cautiva hija de Sion” Isaías 52:2, NVI
Este es un tiempo para sacudirte el polvo, dice el Señor. Levántate, porque el camino ha sido largo, y al caminar, tus pies se han llenado de polvo. El polvo es señal de que has avanzado hasta ahora, de que has recorrido un trayecto, pero ahora es tiempo de sacudirlo de tu calzado, de tu vestido, de tu cuerpo, limpiarte y volver a arrancar, porque aún hay mucho por delante.
Es tiempo de seguir caminando, ahora en pos de conquistar cosas mayores, cosas más grandes que tengo para ti. Cosas grandes y ocultas que no conoces, pero que yo te he venido prometiendo. Así es que levántate, quítate todo aquello que te marcó en el camino. Si hubo espinas, sácalas de ti. Si tuviste que atravesar el desierto, deja atrás el polvo del cansancio. Si pasaste por lugares pantanosos, donde el lodo intentó aferrarse a ti, ahora es el momento de limpiarte y avanzar con nuevas fuerzas.
“Levántate, sacúdete el polvo, siéntate en el trono, Jerusalén; suéltate de las cadenas de tu cuello, cautiva hija de Sion” (Isaías 52:2, NVI). No permitas que el polvo del pasado limite tu avance. Lo que quedó atrás no define lo que está por venir. Lo que parecía una carga ahora se convertirá en testimonio de tu resistencia y en impulso para el nuevo camino que he trazado para ti.
La estación a la que estás entrando es nueva, pero también será desafiante. Vendrán grandes retos, pero junto a ellos, vendrán grandes logros. Será un tiempo de conquistas, de victorias y de expansión. Así que levántate, sacúdete, resplandece, porque ha venido mi luz sobre tu vida, y mi bendición está sobre ti, dice el Señor. (Luis y Mercedes Aquino – Ministerios Elías)
ESTAS A PUNTO DE VER LA EVIDENCIA
Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios. 2 Corintios 1:20
Oigo al Espíritu del Señor decir: No has sido pasado por alto. El cielo ha tomado nota de tus lágrimas, de tus sacrificios y de tu resistencia silenciosa. Aunque la espera ha sido larga, aunque la batalla ha sido intensa, estás a punto de caminar en la evidencia visible de las promesas que fueron habladas sobre tu vida.
Muchos se han sentido cansados. Las demoras han sido pesadas, y el enemigo ha intentado nublar tu visión, distorsionar tu fe y silenciar tu esperanza. Pero profetizo: Dios está a punto de manifestarse de formas innegables. Reconocerás Su mano a través de momentos diseñados especialmente para ti: una respuesta susurrada, una puerta que ningún hombre podía abrir, un cambio que solo el Cielo podría iniciar. Esto no es solo una cuestión de tiempo. Es una orquestación divina. Estás entrando en el despliegue intencional de Dios, de ese tipo que sacude atmósferas y pone destinos en movimiento.
Declaro: La neblina espiritual se está disipando. Los vientos del movimiento están comenzando a soplar. La evidencia por la que has clamado se está manifestando. No por tu esfuerzo, no por miedo, sino por Su liberación sobrenatural. Dios no vendrá en silencio. Él viene con claridad, con confirmación y con prueba innegable de que Sus ojos han estado sobre ti todo este tiempo. Recíbelo. Prepárate para ello. Regocíjate en ello. (Una palabra de Richard Elias James)
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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